viernes, 12 de julio de 2013

Reseña: Extol - Extol (2013)



Hay discos que uno espera por mucho tiempo. Desde que Extol anunció su reunión y el lanzamiento de un futuro álbum, mis expectativas fueron creciendo paulatinamente, y creo que la de cualquier persona que haya revisado su discografía con detenimiento también. Es que esta banda de temática cristiana proveniente de Noruega ha tenido diversas mutaciones y cambios a lo largo de su carrera, que consta de 4 larga duración (sin contar el de este año, claro) de los cuales haré un breve repaso.

Entonces nos encontramos con “Burial”, su debut de 1998, que nos ofrecía un Technical Death/Black Metal de primera calidad, con 12 temas precisos, memorables y con un sutil manejo de la melodía que se terminaría volviendo una marca registrada. “Undeceived” llegó para el año 2000, y presentaba un desplazamiento hacia el Death Metal Progresivo con toques de MeloDeath sin por ello perder ni fuerza ni calidad, concibiendo un álbum muy sólido y disfrutable. Sin embargo, tres años después llegaría “Synergy”, un trabajo con tintes Thrash que en mi punto de vista fue muy irregular, de muchos puntos bajos y algunos altos. Para el 2005 llegaría “The Blueprint Dives” que los vería mutar nuevamente, pero esta vez a un Alt Rock/Metal Progresivo, tan sorprendente como excelente. Por desgracia, luego se separarían.

Como ven, Extol ha sido un grupo inquieto que ha explorado muchas facetas, tratando de sacar lo mejor de cada una y casi siempre saliendo victorioso. Para este 2013, llegó la reunión y con ella un nuevo disco. ¿Nos volverían a sorprender? ¿Se reinventarían de nuevo? La respuesta es sí, pero no de la forma en la que uno se lo esperaba, y tema a tema verán a que me refiero.

Comenzamos con Betrayal, que a través de riffs intrincados nos va atrapando con bastante facilidad. El tema se desarrolla con bastante fuerza y un estribillo digno de temas como Gloriana (primera canción de “The Blueprint Dives”), que se complementa muy bien con las continuas secciones irregulares que nos ofrece  Ole Børud, encargado de las 6 cuerdas. En este primer embate del disco todo encaja en su lugar, tanto la fuerza como las sutilezas melódicas, dejando una buena impresión.

Open The Gates comienza con muchísimo gancho, característica vital a la hora de hablar de este álbum. Cada tema tiene su solo, riff, o base distinguible y recordable, lo que hace que cualquiera de los tracks quede grabado en nuestro cerebro. Y aquí la dupla guitarra-batería se luce, en una combinación formidable que logra sacarle jugo a cada segundo de la canción, mostrando todas sus habilidades sin por ello caer en un pretensionismo desmedido, al contrario, todos los elementos puestos en la mesa están enfocados en enriquecer la pieza. Ahí tienen el festín de fills que nos brinda David Husbik en la sección 01:50 – 02:10, como un buen ejemplo.

Wastelands nos lleva hacia un espectro más oscuro, donde se privilegian los “machaques”, y la potente voz de Peter Espevoll resulta más que adecuada, recordándonos por momentos a la furia que desplegaba la banda en sus dos primeros larga duración. Una canción bastante intensa que tiene su momento de calma en el solo, pero que rápidamente nos pone en guardia de nuevo gracias al dinamismo y riqueza de elementos que pone cada integrante al servicio de la obra.

Cuarto movimiento. Con A Gift Beyond Human Reach volvemos al costado más melódico de Extol, donde cada riff es hipnótico en demasía, teniendo en cuenta que prácticamente no hay voces limpias en este track que ayuden a agregar sensibilidad o a “relajar la escucha”. Todo suena compacto, equilibrado, en una mixtura que puede recordarnos a trabajos anteriores, pero manteniendo un sonido único. Y es que esa es la clave de este disco: es el resultado de todos los discos anteriores, tiene un poco de cada uno y saca lo mejor de estos, en pos de un sonido absolutamente propio.

Tras el cuasi alegre cuarto tema, aparece Faltering Moves, que se desenvuelve como la antítesis del anterior, lleno de melancolía, aspereza y feeling, aunque parezca extraño. Es que sin perder su naturaleza progresiva, los noruegos entregan secciones densas, alternándolas con otras llenas de sentimiento, todo esto con una sensibilidad impresionante para que se fusionen con la cohesión necesaria, para que haya fluidez a lo largo de los casi 6 minutos de duración. Espevoll realiza un desempeño vocal envidiable para complementarse con las armonías y lograr el efecto deseado, la alternancia entre lo áspero y lo suave.

La segunda mitad del álbum comienza con Behold The Sun, donde se presenta un trabajo muy técnico y elaborado, rebosante de riffs complejos, cambios de tempo y carácter, con un muy agradable intercambio de voces limpias y guturales. Probablemente sea el tema más completo, en el sentido de que tenemos un poco de todo en una composición muy demandante, que sin embargo no pierde el “gancho” ni se vuelve aburrida a lo largo de los 4 intensos minutos que componen este tema.

En mi opinión, Dawn Of Redemption es un punto y aparte. Un breve intervalo de reflexión a través de las cuerdas de Børud, que con sencillez y tranquilidad nos va llevando lentamente a un punto donde notamos que cada nota, cada punteo, nos está tocando el alma. Es justo donde uno abre los ojos, y se percata que es un disco diferente. Es un disco muy especial, no solo para el oyente, sino para la banda misma. “Extol” es el reflejo puro de sus 15 años de carrera, es el punto final de toda una etapa y sobre todo, el inicio de un nuevo comienzo. Sin embargo, todavía faltan temas…

Octava canción, Ministers. Tras el momento “reflexivo” del tema anterior, el trío decide atacar con fuerza en un tema que líricamente es una declaración de principios, por consiguiente, debe demostrar esos principios también desde el aspecto musical. Sin muchos rebajes melódicos (solo los necesarios), Extol se desenvuelve con soltura en una pieza que me recuerda mucho a los puntos altos de “Synergy”, donde la agresión estaba bien encausada y administrada para no caer en el aburrimiento.

Y para el gran final, dos temas al hilo. Extol (tema homónimo) y Unveiling The Obscure están conectados, en una combinación espectacular. El primero, por tener el riff más memorable del disco, cargado de furia y melodía al mismo tiempo, un guiño absoluto a “Burial” que sumado al uso de las voces limpias se vuelve inolvidable. Blast beats viciosos al principio, para luego mutar a notas fantasma perfectamente ejecutadas que sorprenden por la fluidez que tiene la banda para combinar tales elementos sin siquiera sonar abruptos, todo esto envuelto por ese tratamiento melódico marca de la casa.  
El segundo, aunque saca un poco el pie del acelerador no se queda atrás gracias a la magia de los riffs que nos brinda Børud, que es al final el alma de esta banda, el encargado de hacer que cada tema sea diferente y único, que tenga un toque especial y en este último track nos lo vuelve a demostrar con esa inventiva para crear y reinventarse constantemente. Realmente un final memorable.

Y de esta forma transcurrió “Extol”, un lanzamiento que no solo pone a los noruegos entre los mejores de este año, sino que además se vuelve el punto más alto de su carrera, y probablemente a la banda misma le sea muy difícil de superar. Aunque, teniendo en cuenta de qué banda estamos hablando, pueden volver a sorprendernos. Por el momento, tenemos un gran disco para seguir analizando y disfrutando.

Calificación: 98/100

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