lunes, 11 de noviembre de 2013

Reseña: Dehumanizer - The Incomplete Man (2013)


Perú no es un país muy reconocido por su música extrema. Dejando de lado a Mortem y Ch'aska, es muy reducida la cantidad de nombres interesantes de la escena. Por eso, encontrarse con bandas con Dehumanizer es una grata sorpresa, ya que muestra señales de vida para el Metal Extremo peruano y también de renovación, denotando que se puede hacer material original con un sonido y producción acordes a los tiempos que corren. Sin más preámbulos, comencemos.

Dehumanizer practica un Death Metal Melódico/Progresivo que muestra mucha personalidad y madurez, algo que no debería ser tan extraño al saber que llevan 2 años trabajando en éste disco. Entonces, nos encontramos con un abanico tanto rítmico como melódico donde queda claro que no tienen que pedirle nada a nadie. No encontrarán riffs o ideas recurrentes entre temas que les recuerden específicamente a alguna banda, ya que creativamente han demostrado variedad en todos los tracks, sonando frescos en cada uno de los 10 temas del disco. De esta forma nos embarcamos en una montaña rusa de brutalidad y melodía, siendo justamente esa una de sus principales fortalezas: poder pasar de Death Metal duro y preciso a un estribillo cargado de melodía y sutileza, y luego rematar con secciónes en compases irregulares; todo esto logrado con facilidad y sobre todo, fluidez. 

El mejor ejemplo para poder explicar esto es el último tema homónimo: Comienza bastante intrincado y sin embargo muy agradable al oido, para luego atacar con furia y comenzar un juego de guitarras que se extiende hasta el segundo minuto, donde vuelve la complejidad rítmica, sin por ello perder el gancho (cosa que a lo largo del disco se vuelve un sello característico). Encontramos armonías muy agradables, tanto en las secciones calmas como en las partes más intensas de la canción. Así se desarrolla el tema hasta aproximadamente el minuto 4, donde un corte acústico da inicio a 3 minutos muy agradables y melódicos que se encargan de darle cierre al álbum. 

Justamente en ese ida y vuelta constante es donde ganan la partida: el constante combio y la cohesión de los elementos logran mantener al escucha atento pero entretenido al mismo tiempo, ya que se genera el disfrute por el tratamiento melódico y a la vez tensión al saber que en cualquier momento pueden cambiar de motivo o variar la idea que se está utilizando; generando una dinámica intensa y muy entretenida.

El desempeño individual tiene sus pros y sus contras. Por un lado, nos encontramos con una dupla de guitarras (a cargo de César Gutierrez y Daniel R. Ibárcena) que es una caja de sorpresas, siendo los principales generadores de ese dinamismo antes mencionado. De riffs rápidos y técnicos pueden pasar a ideas más agradables sin perder el hilo del tema, dándole aire fresco a todas las composiciones. Entonces nos encontramos con riffs que nos recuerdan a Death, Opeth, At The Gates, Atheist o Cynic, pero con un sello propio. Claramente se puede notar que el abanico de influencias es amplio, tomando un poco de todo para construir un sonido propio.

En la contraparte, el bajo a cargo de Alejandro Hernández quedó muy relegado. Apenas se destaca en el comienzo del instrumental “Invisible Walls”, lo que me lleva a pensar en el potencial que tiene el instrumento para la banda, pudiendo ser una pieza clave en la creación de melodía y textura, y no solo la típica base del tema. Alejandro también se encarga de las voces, realizando una buena labor con sus guturales en un rango medio que le permite sonar grave o desgarrar la voz sin muchas complicaciones, en un trabajo correcto.
En el aspecto percutivo, Daniel I. Ibárcena (hermano del guitarrista) demuestra mucho dominio y variedad, logrando estar a la altura de las composiciones. Daniel da lo que necesita el tema en cada momento, ya sea cuando hay que ponerse intensos o cuando las bases se complican, donde sus habilidades con el instrumento se realzan, ya que logra crear ritmos idóneos y que además no suenan trillados de bateristas del mismo estilo.

En cuanto a la mezcla y producción del disco, nos encontramos con un buen trabajo, un sonido moderno y limpio donde se pueden apreciar los detalles, siendo las guitarras lo más trabajado en cuanto a la independencia de cada una en pos de las armonías entre sí. La voz suena potente y clara, algo típico en el Death Progresivo, y la batería tiene mucha presencia, siendo posible distinguir cada platillo y los fills que toca sin mucho problema. El bajo quedó relegado en la mezcla, ya que a pesar de que es posible distinguirlo, suena muy apagado en comparación a los otros instrumentos.

En conclusión, nos encontramos ante un disco sólido, que si bien no es (ni pretende ser) algo revolucionario, es muy entretenido y se deja escuchar sin grandes complicaciones. “The Incomplete Man” es aire fresco para la escena de Metal Extremo Latinoamericano, y un gran paso para esta banda que empieza a forjar su camino en la música extrema, cumpliendo las expectativas con creces.

Calificación: 82/100

viernes, 30 de agosto de 2013

Review: Serocs - The Next (2013)



Serocs is a pretty known band for me and for this little space's followers (is there any?), this is because its leader, Antonio Freyre, was interviewed months before the launch which had me expecting for a while and that's today's matter.

After what had been "Oneirology", its last year's edited debut disc (it also has some EP's), future seemed promising for the project. With programmed drum and a riff arsenal made of granite, Oneirology" left the impression of being a good job that still needed to "harmonize" a little, get out of the permanent stuck to attain a stronger focus on the songs properly said,  without leaving any pile of unrecognizable rhythmical sessions.

The question is: was Antonio able to set the pieces to "The Next"? that's what we'll find out song per song.

In "The Variable", we notice the proposal has changed a bit in comparison to “Oneirology”.  It's possible to detect an increase in the songs' structure, having recognizably improved rhythmic and melodic aspects. everything is in perfect order in a very well-crafted song, which remains in the memory without having to lose any inch of power, two songs, two songs, both right.

Third track. "Urban Terror" shows "serocs" in an entangled half time,  where Antonio unhurriedly guides us to the minute and twenty, when Hakkinen speeds up at the time of  the inextricable wall made by Poggione (bass) and Freyre's riffs. Solid, destructive and enjoyable at the same time. An entertaining song that becomes very attractive thanks to the inventive and constant variety that, when not exaggerated, results really pleasant to hear.

For "Weakness Fed The Fear", the most... sticky (?) face of the band is eager to show itself.  Without losing their characteristically energy, some chorus appear, boosted by Jason Hohenstein's vocal stream, fitting very well. However, the song develops too quickly,  in a sort of vertiginous speed which ends up playing against the song itself, especially  at the end. It's not a bad song, but all the entangling ends up lying it one step below the previous songs.

The most remarkable thing from Serocs is the rhythmic treatment given to the songs, because unlike the other bands of its same sub-gender, they don’t need to incur into  blast beats abuse and exaggerated speeds to show strength or brutality, the endless riffs  and the complex rhythmical patterns are more than enough to overwhelm the hearer. "The Hellgramite Method" is a cabal proof of that, with its diversity and flawless execution, which put all back in order after the last song.

We've arrived to the sixth song. "The Shining One" represents four minutes of good moves, where each strike, each note fits perfectly, leaving very clear the technical capacities of their executioners. An enjoyable song, where the middle range of gutturals which Hohenstein uses fits very well with what the song requests, revalidating its scrolls based on potency.

We find ourselves at the verge of the end, where "ChernoVile" explodes like a bomb. Without many differences with the previous songs, Freyre and company don't spare in details to leave a good taste on this speed and texture roller coaster. Poggione's bass lines, always steady, take some more protagonism in this piece through subtle amends.

For this disc's closure "Alienus Gignesthai" becomes present, a song that's a bit different to the rest of the album. Why do I say this? Because the song has a very clear order, distinguishing the beginning, the middle and the end through the intensity with which it develops. from the sinuous intro, followed by a slow march, which would keep this lethargic step for a little longer than a minute, until the pounding owns the composition, leading us to the apparition of a very special character as ins the legendary Demilich's singer, Antti Boman, which unhurriedly
guides us to the exit.

These eight songs compose "The Next" a solid record that shows a mature band which has polished its virtues and considerably reduced its defects, securing its sound and its proposal, giving it a proper, recognizable style that places them as one of the names to notice in the Technical Brutal Death Metal scene.

Grade: 88/100

lunes, 19 de agosto de 2013

Review: Extol - Extol (2013)



There are discs which you can be craving for long. Ever since Extol announced its comeback and the release of a new album, my expectations gradually grew, as anyone who’s listened their previous records should have.  It’s just that this Norwegian Christian band has had many changes and mutations along its career, which consists of four full-length albums (not counting this year’s of course) which I’ll review right away.

So we find ourselves with “Burial”, the band’s debut album from 1998, which offered a great quality Technical/Death Black Metal with 12 precise, memorable tracks, handled with a subtle melody management which ends up being the band’s trademark. “Undeceived” arrived in 2000, and presented a movement towards MeloDeath-touched progressive Death Metal, thus without losing neither strength nor quality, conceiving an album that is both, solid and enjoyable. However, three years later arrives "Synergy", a thrash-like work that, in my opinion was very irregular, having many low spots and just a few high ones. By 2005 “The Blueprint Dives” would arrive to see them mutate again, but this time to an Alt rock/metal progressive that is as astounding as impressive. Unfortunately, they would break right after this one.

As you can see, Extol has been a restless band that has explored many faces, trying to pull the best out of each and getting a victorious result almost all the time. This 2013, the band got together again and a new record came along. Will they surprise us again? Will they reinvent themselves again? The answer is yes, but not n the way that one should expect. And you’ll see what I mean through every song.

We start with “Betrayal”, which easily traps us with its complicated riffs. The song develops with strength and a chorus worthy of songs like Gloriana (“The Blueprint Drives” first song), which complements excellently with the continuous irregular sections offered by Ole Børud, in charge of the six cords. In this disc’s first encounter both the strength and the melodic delicacies fit in, leaving a very good impression.

“Open the gates” starts with quite some attraction, which is vital when it comes to speaking about this album. Each and every song has its solo, riff or distinctive and memorable base, which allows each song to be engraved in our brains. And the double guitar-drum gets the best of itself in a formidable combination which manages to squeeze the juice of each song out, showing all of its skills without falling into a mere, unmeasured pretention, but all the contrary, each and every element is exposed to focus on the enrichment of the piece. A good example of this is given by David Husbik in the section 01:50 – 02:10.

“Wastelands” takes us to a darker spectrum, where the “thrashigs” are privileged and Peter Espevoll’s mighty voice happens to be more than adequate, even reminding us for some moments of the fury displayed by the band on their first full lengths. An intense song that has its moment of peace during the solo, but rapidly gets us on guard again all due to the dynamism and richness of elements given by each member on the service of the work. 

Fourth movement. With “A gift beyond human reach” we retreat to Extol’s most melodic side, where each riff is extremely hypnotic, noticing that this song practically lacks of any clean voice that helps to add sensibility or to “relax the hearing”. Everything sounds compact, balanced, in a mixture which can remind us of previous works, but keeping a unique style. And that is the key of this disc: it’s the result of all prior discs; it has a bit of each and takes the best out of them, onward to an absolutely own sound.

After the sort-of happy song, “Faltering Moves” appears, which develops as the last’s antithesis, filled with surliness melancholy and feeling, even though it seems a little weird. Without losing their progressive nature, the Norwegian deliver dense sections , alternating them with others filled with feelings, all this with an impressive sensitivity, for them to merge with the necessary cohesion for it to be fluid during the almost six minutes long. Espevoll makes an enviable performance to complement himself with the harmonies and accomplish the desired effect, the alternation between rough and soft.

The second half of the song starts with “Behold The Sun”, where a very technical and elaborated work is shown, filled with complex riffs, changes of time and character, with a very pleasant exchange between clean and guttural voices. Probably this is the most complete song in the sense of having a bit of everything in a very demanding composition. Which doesn’t become boring, but lures us to continue on the four intense minutes that compose this song.

In my opinion, “Dawn of redemption” is something different. A brief reflecting period through Børud’s chords, which calmly leads us to a point in which we notice that each note and pluck is touching our soul. It’s right there when you open your eyes and realize that this is a different disc. It’s a very special disc, not only for the hearer, but for the band itself. “extol” is the pure reflection of their fifteen year old career, it’s the climax of a whole stage, and above all else, it’s the start of a new beginning . However, we still have some songs left…

Eight song, “Ministers”, after the “reflexive” moment brought by the last song, the three-piece band decides to make a strong attack with a song that lyrically is a declaration of principles, therefore, it must show those principles musically as well. Without many melodic down pours (just the necessary) Extol smoothly develops a song that reminds me to the highs of “synergy”, where the aggression was well aimed and administered, so it wouldn’t fall into boredom.

And for the grand finale, two songs in a row. “Extol” (homonymous song) and “Unveiling The Obscure” are connected in an spectacular combination. The first, for having the disc’s most memorable riff, filled with fury and melody at the same time, an absolute wink at “Burial” which added to the use of the clean voices becomes unforgettable. Vicious blast beats at first to move later on to perfectly executed ghastly notes which amaze due to the band’s fluidity to combine such elements without even sounding abrupt, everything enveloped by this melodic treatment which is the house’s trademark.

The second, despite slowing down a bit, doesn’t stand too far thanks to the riffs’ magic brought to us by Børud, who at the end, is the band’s soul, the one in charge of making each song different and unique, having an special touch. And he shows us again this last song with that inventive made to create and recreate himself constantly. A memorable ending indeed.

And thus “Extol” went on, an album that not only puts the Norwegian among the best this year, but also becomes the highest point on their career, and it might probably be very difficult to overcome for the band itself. Although, thinking on the band we are talking about, they can surprise us again. For now, we have a great disc to keep enjoying and analyzing.

Rate: 98/100

domingo, 28 de julio de 2013

Reseña: Serocs - The Next (2013)


Serocs es un banda conocida para mí y los seguidores (¿hay seguidores?) de este pequeño espacio, ya que su líder, Antonio Freyre, ha sido entrevistado meses antes del lanzamiento que me tuvo expectante por un tiempo y que ahora mismo nos ocupa.

Es que tras lo que había sido “Oneirology”, su disco debut editado el año pasado (tiene un par de EP’s, además), el futuro parecía prometedor para el proyecto. Con batería programada y un arsenal importante de riffs de granito, “Oneirology” dejó la impresión de ser un buen trabajo que sin embargo necesitaba “armonizarse” un poco, salir del atasque permanente para enfocarse con más ahínco en las canciones propiamente dichas y que no quede una pila de secciones rítmicas irreconocibles.

La pregunta es: ¿Pudo Antonio ordenar las piezas para “The Next”? Eso es lo que develaremos canción a canción.

El primer tema en hacer tronar el estéreo es The Next, tema homónimo, que desde el principio nos regala un riff especialmente diseñado para que no se nos despegue por un buen rato. Timo Hakkinen muestra un energético trabajo tras los parches, con mucha clase para alternar blast beats con intrincados patrones rítmicos, fieles al estilo que Serocs mostraba desde sus inicios. Claramente un comienzo apabullante que nos deja con buenos bríos para lo que sigue.

En  The Variable, notamos que la propuesta ha cambiado un poco a comparación de “Oneirology”. Es posible detectar una mejoría en la estructura de las canciones, y tanto el aspecto melódico como el rítmico se encuentran realzados y sobre todo, reconocibles. Todo está perfectamente en orden en un tema muy bien logrado, que queda en la memoria sin perder una pizca de fuerza por ello. Dos temas, dos aciertos.

Tercer track. Urban Terror nos muestra a Serocs en un enredado medio tiempo, donde Antonio nos guía con parsimonia hasta el minuto con veinte segundos, cuando Hakkinen pisa el acelerador al son de los riffs de esa pared infranqueable que constituyen Poggione (bajo) y Freyre, tan sólida, destructiva pero al mismo tiempo disfrutable. Una canción entretenida que se hace muy atractiva gracias a la inventiva y constante variedad que cuando no se exagera, resulta muy gratificante de oír.

Para Weakness Fed The Fear, se nos quiere presentar la faceta más… ¿pegajosa? del grupo. Sin perder la energía que los caracteriza, aparecen algunos coros que potenciados por el caudal vocal de Jason Hohenstein quedan bastante bien. Sin embargo, el tema se desarrolla demasiado rápido, a una velocidad un tanto vertiginosa que termina por jugar en contra de la canción, sobre todo en el final. No es un mal tema, pero tanto enredo termina ubicándolo en un escalón debajo de los anteriores.

Lo más destacable de Serocs es el tratamiento rítmico de las canciones, ya que a diferencia de la mayoría de las bandas de su mismo subgénero, no necesitan recurrir al abuso de blast beats y velocidades exageradas para mostrar fuerza o brutalidad, el sinfín de riffs y los complejos patrones rítmicos alcanzan y sobran para apabullar al oyente. The Hellgramite Method es una prueba cabal de ello, con su diversidad e impecable ejecución, que vuelven a poner todo en orden tras el tema anterior.

Llegamos al sexto tema. The Shining One representa 4 minutos de aciertos, donde cada golpe, cada nota encaja perfectamente, dejando bien claras las capacidades técnicas de sus ejecutantes. Una canción disfrutable, donde el rango medio que utiliza Hohenstein en sus guturales calza muy bien con lo que el tema pide, revalidando sus pergaminos a base de potencia.

Nos encontramos al borde del final, donde ChernoVile estalla como una bomba. Sin muchas diferencias con los temas anteriores, Freyre y compañía no escatiman en detalles para dejar un buen sabor de boca en una montaña rusa de velocidades y texturas. Las líneas de bajo de Poggione, siempre firmes, en esta pieza toman algo más de protagonismo a través de sutiles arreglos.

Para cerrar el disco se hace presente Alienus Gignesthai, una canción un tanto diferente al resto del álbum. ¿Por qué digo esto? Porque el tema tiene un orden muy claro, distinguiéndose principio, desarrollo y final a través de la intensidad con que se va desarrollando. Desde la sinuosa intro, seguida por una la lenta marcha, que mantendría ese aletargado andar por poco más de un minuto, hasta que el machaque se adueña de la composición, llevándonos hasta la aparición de un personaje muy especial como es el legendario vocalista de Demilich, Antti Boman, que nos guía con parsimonia a “la salida”, en un ejercicio muy destacable.

Estos 8 temas componen a “The Next”, un disco sólido que muestra a una banda madura que ha pulido sus virtudes y reducido considerablemente sus defectos, afianzando su sonido y sobre todo su propuesta, dotándola de su un estilo propio y reconocible que los pone como uno de los nombres a tener en cuenta en el Technical Brutal Death Metal.

Calificación: 88/100

viernes, 12 de julio de 2013

Reseña: Extol - Extol (2013)



Hay discos que uno espera por mucho tiempo. Desde que Extol anunció su reunión y el lanzamiento de un futuro álbum, mis expectativas fueron creciendo paulatinamente, y creo que la de cualquier persona que haya revisado su discografía con detenimiento también. Es que esta banda de temática cristiana proveniente de Noruega ha tenido diversas mutaciones y cambios a lo largo de su carrera, que consta de 4 larga duración (sin contar el de este año, claro) de los cuales haré un breve repaso.

Entonces nos encontramos con “Burial”, su debut de 1998, que nos ofrecía un Technical Death/Black Metal de primera calidad, con 12 temas precisos, memorables y con un sutil manejo de la melodía que se terminaría volviendo una marca registrada. “Undeceived” llegó para el año 2000, y presentaba un desplazamiento hacia el Death Metal Progresivo con toques de MeloDeath sin por ello perder ni fuerza ni calidad, concibiendo un álbum muy sólido y disfrutable. Sin embargo, tres años después llegaría “Synergy”, un trabajo con tintes Thrash que en mi punto de vista fue muy irregular, de muchos puntos bajos y algunos altos. Para el 2005 llegaría “The Blueprint Dives” que los vería mutar nuevamente, pero esta vez a un Alt Rock/Metal Progresivo, tan sorprendente como excelente. Por desgracia, luego se separarían.

Como ven, Extol ha sido un grupo inquieto que ha explorado muchas facetas, tratando de sacar lo mejor de cada una y casi siempre saliendo victorioso. Para este 2013, llegó la reunión y con ella un nuevo disco. ¿Nos volverían a sorprender? ¿Se reinventarían de nuevo? La respuesta es sí, pero no de la forma en la que uno se lo esperaba, y tema a tema verán a que me refiero.

Comenzamos con Betrayal, que a través de riffs intrincados nos va atrapando con bastante facilidad. El tema se desarrolla con bastante fuerza y un estribillo digno de temas como Gloriana (primera canción de “The Blueprint Dives”), que se complementa muy bien con las continuas secciones irregulares que nos ofrece  Ole Børud, encargado de las 6 cuerdas. En este primer embate del disco todo encaja en su lugar, tanto la fuerza como las sutilezas melódicas, dejando una buena impresión.

Open The Gates comienza con muchísimo gancho, característica vital a la hora de hablar de este álbum. Cada tema tiene su solo, riff, o base distinguible y recordable, lo que hace que cualquiera de los tracks quede grabado en nuestro cerebro. Y aquí la dupla guitarra-batería se luce, en una combinación formidable que logra sacarle jugo a cada segundo de la canción, mostrando todas sus habilidades sin por ello caer en un pretensionismo desmedido, al contrario, todos los elementos puestos en la mesa están enfocados en enriquecer la pieza. Ahí tienen el festín de fills que nos brinda David Husbik en la sección 01:50 – 02:10, como un buen ejemplo.

Wastelands nos lleva hacia un espectro más oscuro, donde se privilegian los “machaques”, y la potente voz de Peter Espevoll resulta más que adecuada, recordándonos por momentos a la furia que desplegaba la banda en sus dos primeros larga duración. Una canción bastante intensa que tiene su momento de calma en el solo, pero que rápidamente nos pone en guardia de nuevo gracias al dinamismo y riqueza de elementos que pone cada integrante al servicio de la obra.

Cuarto movimiento. Con A Gift Beyond Human Reach volvemos al costado más melódico de Extol, donde cada riff es hipnótico en demasía, teniendo en cuenta que prácticamente no hay voces limpias en este track que ayuden a agregar sensibilidad o a “relajar la escucha”. Todo suena compacto, equilibrado, en una mixtura que puede recordarnos a trabajos anteriores, pero manteniendo un sonido único. Y es que esa es la clave de este disco: es el resultado de todos los discos anteriores, tiene un poco de cada uno y saca lo mejor de estos, en pos de un sonido absolutamente propio.

Tras el cuasi alegre cuarto tema, aparece Faltering Moves, que se desenvuelve como la antítesis del anterior, lleno de melancolía, aspereza y feeling, aunque parezca extraño. Es que sin perder su naturaleza progresiva, los noruegos entregan secciones densas, alternándolas con otras llenas de sentimiento, todo esto con una sensibilidad impresionante para que se fusionen con la cohesión necesaria, para que haya fluidez a lo largo de los casi 6 minutos de duración. Espevoll realiza un desempeño vocal envidiable para complementarse con las armonías y lograr el efecto deseado, la alternancia entre lo áspero y lo suave.

La segunda mitad del álbum comienza con Behold The Sun, donde se presenta un trabajo muy técnico y elaborado, rebosante de riffs complejos, cambios de tempo y carácter, con un muy agradable intercambio de voces limpias y guturales. Probablemente sea el tema más completo, en el sentido de que tenemos un poco de todo en una composición muy demandante, que sin embargo no pierde el “gancho” ni se vuelve aburrida a lo largo de los 4 intensos minutos que componen este tema.

En mi opinión, Dawn Of Redemption es un punto y aparte. Un breve intervalo de reflexión a través de las cuerdas de Børud, que con sencillez y tranquilidad nos va llevando lentamente a un punto donde notamos que cada nota, cada punteo, nos está tocando el alma. Es justo donde uno abre los ojos, y se percata que es un disco diferente. Es un disco muy especial, no solo para el oyente, sino para la banda misma. “Extol” es el reflejo puro de sus 15 años de carrera, es el punto final de toda una etapa y sobre todo, el inicio de un nuevo comienzo. Sin embargo, todavía faltan temas…

Octava canción, Ministers. Tras el momento “reflexivo” del tema anterior, el trío decide atacar con fuerza en un tema que líricamente es una declaración de principios, por consiguiente, debe demostrar esos principios también desde el aspecto musical. Sin muchos rebajes melódicos (solo los necesarios), Extol se desenvuelve con soltura en una pieza que me recuerda mucho a los puntos altos de “Synergy”, donde la agresión estaba bien encausada y administrada para no caer en el aburrimiento.

Y para el gran final, dos temas al hilo. Extol (tema homónimo) y Unveiling The Obscure están conectados, en una combinación espectacular. El primero, por tener el riff más memorable del disco, cargado de furia y melodía al mismo tiempo, un guiño absoluto a “Burial” que sumado al uso de las voces limpias se vuelve inolvidable. Blast beats viciosos al principio, para luego mutar a notas fantasma perfectamente ejecutadas que sorprenden por la fluidez que tiene la banda para combinar tales elementos sin siquiera sonar abruptos, todo esto envuelto por ese tratamiento melódico marca de la casa.  
El segundo, aunque saca un poco el pie del acelerador no se queda atrás gracias a la magia de los riffs que nos brinda Børud, que es al final el alma de esta banda, el encargado de hacer que cada tema sea diferente y único, que tenga un toque especial y en este último track nos lo vuelve a demostrar con esa inventiva para crear y reinventarse constantemente. Realmente un final memorable.

Y de esta forma transcurrió “Extol”, un lanzamiento que no solo pone a los noruegos entre los mejores de este año, sino que además se vuelve el punto más alto de su carrera, y probablemente a la banda misma le sea muy difícil de superar. Aunque, teniendo en cuenta de qué banda estamos hablando, pueden volver a sorprendernos. Por el momento, tenemos un gran disco para seguir analizando y disfrutando.

Calificación: 98/100

domingo, 23 de junio de 2013

Review: Derlich - Arachnophobia (2012)



Most of the time, you find interesting stuff by chance. It's normal to look for specific material from a band or individual artist, and finding related artists or simply an interesting name, to find new experiences. Well, in one of my frequent bandcamp searches, I found Derlich

Derlich it's a techno project, oriented the more dense and dark spectrum of the genre. Taking Throbbing Gristle as a main influence, we can describe the basic essence of their proposal. A hypnotic and hard to swallow techno. After listening to some of their songs, I found Arachnophobia, a one hour mix. Just by seeing that, I wanted to make a commentary of it. It promised to be an ambitious and quite interesting experience. 

In fact, that affects my own style to analyze an album (in this case, a Dj mix), because I'm used to analyze it song by song, to capture the essence of the band, but a single track is a personal challenge. So, as I write these words, the introduction advances with parsimony, but with certain "electricity", with little details that make me stay alert and pay attention. The intensity arises slowly, as we get into that net of samples and noises, until minute 6, where the actual song begins

The first question I think of is: can you dance to this? There's a clear invitation to it, but the atmosphere printed in every second of the song makes me doubt. I mean, there's rhythm, everything's there, but Derlich manages to fill every nook with important doses of "evil", that crushes, oppresses, but at the same time it's wonderful. When you get carried away by that dark sound, you get hypnotized, and the hearing acquires another taste, in fact you can analyze the composition from another point of view, which is applicable to other jewels like God, Casual Violence or Young Gods.

The great trick to maintain that kind of hypnosis over the listener is, without a doubt the ability to add little and almost insignificant details that make the listener interested despite the rhythmical repetition being frequent. With those details, the song still has something to give, finding and developing microforms that happen one after the other until the elaboration of a new section, with different characteristics. 

Something that's remarkable is the subtle use of elements related to Noise, that don't take protagonism, but are there, being the main "disturbing" factor in this huge piece. It never takes a completely chaotic nature, but it's an element that's used under the rhythmic base, making the sound dirty and harsh. Clearly, the idea of Derlich it's not destined to a massive public, but to a "trained" audience, prepared to resist (and enjoy) their attacks

There are certain differences between the aggressive and faster passages, with a raised tempo, and other introspective and ominous sections, almost playing with an Ambient of a purely electronic base. This kind of come and go develops naturally, exploiting time, vital factor in such a long piece, because you need to know how to manage every section without exaggerating, either changing the rhythm and losing the base of the song; or adding some very long parts to densify the material. 

I must remark one of the sections, which starts in minute 43 and goes on until minute 53. In this part of the song there's everything that encompasses Derlich at the same time. First of all, it has an almost-danceable and catchy start, which begins to fade while samples and noises become protagonists. You get into a highly oppressive zone, which chokes and attracts at the same time, showing the most disturbing side of the mix, to then raise the pace with lots of aggressiveness. It's the most remarkable section, covering 10 minutes. 

The song continues, taking us to an outcome in a very good way, allowing us to focus on the conclusions. And the only conclusion is approval. An ambitious project like this has been perfectly achieved, reflecting without a doubt its essence and objective.

Maybe it can result complex at first hearing, but as one adapts and "trains" as a listener of this kind of projects, it becomes a great experience to enjoy. Recommended.

Score: 91/100