domingo, 28 de julio de 2013

Reseña: Serocs - The Next (2013)


Serocs es un banda conocida para mí y los seguidores (¿hay seguidores?) de este pequeño espacio, ya que su líder, Antonio Freyre, ha sido entrevistado meses antes del lanzamiento que me tuvo expectante por un tiempo y que ahora mismo nos ocupa.

Es que tras lo que había sido “Oneirology”, su disco debut editado el año pasado (tiene un par de EP’s, además), el futuro parecía prometedor para el proyecto. Con batería programada y un arsenal importante de riffs de granito, “Oneirology” dejó la impresión de ser un buen trabajo que sin embargo necesitaba “armonizarse” un poco, salir del atasque permanente para enfocarse con más ahínco en las canciones propiamente dichas y que no quede una pila de secciones rítmicas irreconocibles.

La pregunta es: ¿Pudo Antonio ordenar las piezas para “The Next”? Eso es lo que develaremos canción a canción.

El primer tema en hacer tronar el estéreo es The Next, tema homónimo, que desde el principio nos regala un riff especialmente diseñado para que no se nos despegue por un buen rato. Timo Hakkinen muestra un energético trabajo tras los parches, con mucha clase para alternar blast beats con intrincados patrones rítmicos, fieles al estilo que Serocs mostraba desde sus inicios. Claramente un comienzo apabullante que nos deja con buenos bríos para lo que sigue.

En  The Variable, notamos que la propuesta ha cambiado un poco a comparación de “Oneirology”. Es posible detectar una mejoría en la estructura de las canciones, y tanto el aspecto melódico como el rítmico se encuentran realzados y sobre todo, reconocibles. Todo está perfectamente en orden en un tema muy bien logrado, que queda en la memoria sin perder una pizca de fuerza por ello. Dos temas, dos aciertos.

Tercer track. Urban Terror nos muestra a Serocs en un enredado medio tiempo, donde Antonio nos guía con parsimonia hasta el minuto con veinte segundos, cuando Hakkinen pisa el acelerador al son de los riffs de esa pared infranqueable que constituyen Poggione (bajo) y Freyre, tan sólida, destructiva pero al mismo tiempo disfrutable. Una canción entretenida que se hace muy atractiva gracias a la inventiva y constante variedad que cuando no se exagera, resulta muy gratificante de oír.

Para Weakness Fed The Fear, se nos quiere presentar la faceta más… ¿pegajosa? del grupo. Sin perder la energía que los caracteriza, aparecen algunos coros que potenciados por el caudal vocal de Jason Hohenstein quedan bastante bien. Sin embargo, el tema se desarrolla demasiado rápido, a una velocidad un tanto vertiginosa que termina por jugar en contra de la canción, sobre todo en el final. No es un mal tema, pero tanto enredo termina ubicándolo en un escalón debajo de los anteriores.

Lo más destacable de Serocs es el tratamiento rítmico de las canciones, ya que a diferencia de la mayoría de las bandas de su mismo subgénero, no necesitan recurrir al abuso de blast beats y velocidades exageradas para mostrar fuerza o brutalidad, el sinfín de riffs y los complejos patrones rítmicos alcanzan y sobran para apabullar al oyente. The Hellgramite Method es una prueba cabal de ello, con su diversidad e impecable ejecución, que vuelven a poner todo en orden tras el tema anterior.

Llegamos al sexto tema. The Shining One representa 4 minutos de aciertos, donde cada golpe, cada nota encaja perfectamente, dejando bien claras las capacidades técnicas de sus ejecutantes. Una canción disfrutable, donde el rango medio que utiliza Hohenstein en sus guturales calza muy bien con lo que el tema pide, revalidando sus pergaminos a base de potencia.

Nos encontramos al borde del final, donde ChernoVile estalla como una bomba. Sin muchas diferencias con los temas anteriores, Freyre y compañía no escatiman en detalles para dejar un buen sabor de boca en una montaña rusa de velocidades y texturas. Las líneas de bajo de Poggione, siempre firmes, en esta pieza toman algo más de protagonismo a través de sutiles arreglos.

Para cerrar el disco se hace presente Alienus Gignesthai, una canción un tanto diferente al resto del álbum. ¿Por qué digo esto? Porque el tema tiene un orden muy claro, distinguiéndose principio, desarrollo y final a través de la intensidad con que se va desarrollando. Desde la sinuosa intro, seguida por una la lenta marcha, que mantendría ese aletargado andar por poco más de un minuto, hasta que el machaque se adueña de la composición, llevándonos hasta la aparición de un personaje muy especial como es el legendario vocalista de Demilich, Antti Boman, que nos guía con parsimonia a “la salida”, en un ejercicio muy destacable.

Estos 8 temas componen a “The Next”, un disco sólido que muestra a una banda madura que ha pulido sus virtudes y reducido considerablemente sus defectos, afianzando su sonido y sobre todo su propuesta, dotándola de su un estilo propio y reconocible que los pone como uno de los nombres a tener en cuenta en el Technical Brutal Death Metal.

Calificación: 88/100

viernes, 12 de julio de 2013

Reseña: Extol - Extol (2013)



Hay discos que uno espera por mucho tiempo. Desde que Extol anunció su reunión y el lanzamiento de un futuro álbum, mis expectativas fueron creciendo paulatinamente, y creo que la de cualquier persona que haya revisado su discografía con detenimiento también. Es que esta banda de temática cristiana proveniente de Noruega ha tenido diversas mutaciones y cambios a lo largo de su carrera, que consta de 4 larga duración (sin contar el de este año, claro) de los cuales haré un breve repaso.

Entonces nos encontramos con “Burial”, su debut de 1998, que nos ofrecía un Technical Death/Black Metal de primera calidad, con 12 temas precisos, memorables y con un sutil manejo de la melodía que se terminaría volviendo una marca registrada. “Undeceived” llegó para el año 2000, y presentaba un desplazamiento hacia el Death Metal Progresivo con toques de MeloDeath sin por ello perder ni fuerza ni calidad, concibiendo un álbum muy sólido y disfrutable. Sin embargo, tres años después llegaría “Synergy”, un trabajo con tintes Thrash que en mi punto de vista fue muy irregular, de muchos puntos bajos y algunos altos. Para el 2005 llegaría “The Blueprint Dives” que los vería mutar nuevamente, pero esta vez a un Alt Rock/Metal Progresivo, tan sorprendente como excelente. Por desgracia, luego se separarían.

Como ven, Extol ha sido un grupo inquieto que ha explorado muchas facetas, tratando de sacar lo mejor de cada una y casi siempre saliendo victorioso. Para este 2013, llegó la reunión y con ella un nuevo disco. ¿Nos volverían a sorprender? ¿Se reinventarían de nuevo? La respuesta es sí, pero no de la forma en la que uno se lo esperaba, y tema a tema verán a que me refiero.

Comenzamos con Betrayal, que a través de riffs intrincados nos va atrapando con bastante facilidad. El tema se desarrolla con bastante fuerza y un estribillo digno de temas como Gloriana (primera canción de “The Blueprint Dives”), que se complementa muy bien con las continuas secciones irregulares que nos ofrece  Ole Børud, encargado de las 6 cuerdas. En este primer embate del disco todo encaja en su lugar, tanto la fuerza como las sutilezas melódicas, dejando una buena impresión.

Open The Gates comienza con muchísimo gancho, característica vital a la hora de hablar de este álbum. Cada tema tiene su solo, riff, o base distinguible y recordable, lo que hace que cualquiera de los tracks quede grabado en nuestro cerebro. Y aquí la dupla guitarra-batería se luce, en una combinación formidable que logra sacarle jugo a cada segundo de la canción, mostrando todas sus habilidades sin por ello caer en un pretensionismo desmedido, al contrario, todos los elementos puestos en la mesa están enfocados en enriquecer la pieza. Ahí tienen el festín de fills que nos brinda David Husbik en la sección 01:50 – 02:10, como un buen ejemplo.

Wastelands nos lleva hacia un espectro más oscuro, donde se privilegian los “machaques”, y la potente voz de Peter Espevoll resulta más que adecuada, recordándonos por momentos a la furia que desplegaba la banda en sus dos primeros larga duración. Una canción bastante intensa que tiene su momento de calma en el solo, pero que rápidamente nos pone en guardia de nuevo gracias al dinamismo y riqueza de elementos que pone cada integrante al servicio de la obra.

Cuarto movimiento. Con A Gift Beyond Human Reach volvemos al costado más melódico de Extol, donde cada riff es hipnótico en demasía, teniendo en cuenta que prácticamente no hay voces limpias en este track que ayuden a agregar sensibilidad o a “relajar la escucha”. Todo suena compacto, equilibrado, en una mixtura que puede recordarnos a trabajos anteriores, pero manteniendo un sonido único. Y es que esa es la clave de este disco: es el resultado de todos los discos anteriores, tiene un poco de cada uno y saca lo mejor de estos, en pos de un sonido absolutamente propio.

Tras el cuasi alegre cuarto tema, aparece Faltering Moves, que se desenvuelve como la antítesis del anterior, lleno de melancolía, aspereza y feeling, aunque parezca extraño. Es que sin perder su naturaleza progresiva, los noruegos entregan secciones densas, alternándolas con otras llenas de sentimiento, todo esto con una sensibilidad impresionante para que se fusionen con la cohesión necesaria, para que haya fluidez a lo largo de los casi 6 minutos de duración. Espevoll realiza un desempeño vocal envidiable para complementarse con las armonías y lograr el efecto deseado, la alternancia entre lo áspero y lo suave.

La segunda mitad del álbum comienza con Behold The Sun, donde se presenta un trabajo muy técnico y elaborado, rebosante de riffs complejos, cambios de tempo y carácter, con un muy agradable intercambio de voces limpias y guturales. Probablemente sea el tema más completo, en el sentido de que tenemos un poco de todo en una composición muy demandante, que sin embargo no pierde el “gancho” ni se vuelve aburrida a lo largo de los 4 intensos minutos que componen este tema.

En mi opinión, Dawn Of Redemption es un punto y aparte. Un breve intervalo de reflexión a través de las cuerdas de Børud, que con sencillez y tranquilidad nos va llevando lentamente a un punto donde notamos que cada nota, cada punteo, nos está tocando el alma. Es justo donde uno abre los ojos, y se percata que es un disco diferente. Es un disco muy especial, no solo para el oyente, sino para la banda misma. “Extol” es el reflejo puro de sus 15 años de carrera, es el punto final de toda una etapa y sobre todo, el inicio de un nuevo comienzo. Sin embargo, todavía faltan temas…

Octava canción, Ministers. Tras el momento “reflexivo” del tema anterior, el trío decide atacar con fuerza en un tema que líricamente es una declaración de principios, por consiguiente, debe demostrar esos principios también desde el aspecto musical. Sin muchos rebajes melódicos (solo los necesarios), Extol se desenvuelve con soltura en una pieza que me recuerda mucho a los puntos altos de “Synergy”, donde la agresión estaba bien encausada y administrada para no caer en el aburrimiento.

Y para el gran final, dos temas al hilo. Extol (tema homónimo) y Unveiling The Obscure están conectados, en una combinación espectacular. El primero, por tener el riff más memorable del disco, cargado de furia y melodía al mismo tiempo, un guiño absoluto a “Burial” que sumado al uso de las voces limpias se vuelve inolvidable. Blast beats viciosos al principio, para luego mutar a notas fantasma perfectamente ejecutadas que sorprenden por la fluidez que tiene la banda para combinar tales elementos sin siquiera sonar abruptos, todo esto envuelto por ese tratamiento melódico marca de la casa.  
El segundo, aunque saca un poco el pie del acelerador no se queda atrás gracias a la magia de los riffs que nos brinda Børud, que es al final el alma de esta banda, el encargado de hacer que cada tema sea diferente y único, que tenga un toque especial y en este último track nos lo vuelve a demostrar con esa inventiva para crear y reinventarse constantemente. Realmente un final memorable.

Y de esta forma transcurrió “Extol”, un lanzamiento que no solo pone a los noruegos entre los mejores de este año, sino que además se vuelve el punto más alto de su carrera, y probablemente a la banda misma le sea muy difícil de superar. Aunque, teniendo en cuenta de qué banda estamos hablando, pueden volver a sorprendernos. Por el momento, tenemos un gran disco para seguir analizando y disfrutando.

Calificación: 98/100