A pesar de ser argentino, nunca me sentí identificado con
muchas bandas de mi país. Quizás por cuestiones de gustos, o (lo que creo yo)
por analizar los fenómenos musicales más allá de su impacto en un país o
generación, no logré simpatizar con los “grandes” del Metal en Argentina.
Curiosamente, me pasó también con bandas “mainstream”, reconocidas
mundialmente, pero que han pasado a los círculos de lo sobrevalorado.
En una escena algo “primitiva” como lo es la Argentina, en
la que si no tocás ciertos temas (Destrucción) de ciertas bandas (V8) o no
seguís un estilo normal, establecido por la media “metalera”, no tenés lugar o
al menos uno muy reducido, en estos últimos años aparecieron bandas que a
fuerza de talento y esfuerzo logran destacarse, por tener propuesta y hacer algo que quizás en otros países no lo
sea, pero que aquí es nuevo. Una de esas bandas es Adlivun, banda de Melodic
Death Metal, que en el 2011 sacó su primer larga duración, titulado “The Grey
Can Turn To Black”, y que será analizado por su servidor.
Si hay alto que se nota instantáneamente al darle “play”, es
la energía con la que comienza “The Waters”, dispuesta a destrozar todo a su
paso y sin ningún tipo de concesiones. El tema avanza a través de riffs filosos
que a su vez muestran un dinamismo y un sentido de la melodía muy interesante.
El tema parece no querer bajar la fuerza en ningún momento, atrayendo al oyente
con mucha facilidad. Es una canción perfectamente balanceada, mostrando una
intensidad inusitada para la mayoría de las bandas de Melodic Death Metal
actual, pero sin perder esa intención de sonar “agradable” al que lo escucha.
Y tras un tema tan energético, nos tiran un baldazo de agua
fría. Es que “Tide Of Lunacy” apunta directamente a sonar denso y pesado, a
través de breakdowns muy bien utilizados, para dar una sensación de oscuridad y
opresión. A pesar de tener un sonido alejado de la media del Melodic Death
actual, las influencias del Metalcore están, pero Adlivun las utiliza para
aumentar la agresión de su sonido, no para hacerlo más débil. Y es así como en
la segunda mitad de la canción empiezan a tomar velocidad, apareciendo
blast-beats en una sección melódica simplemente impecable.
Vuelve la furia. Esa es la mejor forma de describir a “The
Red Pill”, un tema que como el primero muestra unos riffs eclécticos, y
altamente pegadizos, que junto con una base rítmica simplemente contundente nos
llevan a través de una canción que va aumentando increíblemente de intensidad,
llegando a varias secciones sencillamente espectaculares que desbordan de
habilidad compositiva y técnica. También hay que destacar al vocalista, que a
través de sus cuerdas vocales transmite la misma contundencia que las que nos
ofrecen la dupla de guitarras.
Y “sin miedo” ni titubeos comienza “Fearless”, con
(nuevamente) riffs muy contundentes, que en un santiamén cambian a una sección
melódica, para luego volver a machacar nuevamente. En esa montaña rusa entre la
contundencia y la sensibilidad es donde la banda se muestra absolutamente
cómoda, mostrando tener muchas cartas debajo de la manga, y sorprendiendo al
oyente constantemente, manteniéndolo atrapado en sus redes, su ritmo, su
música.
Y luego del tema más pegadizo del album, comienza “Archeology”,
donde la fuerza sigue presente, demostrando que lo mostrado en los temas
anteriores no era ninguna casualidad, estos muchachos están listos para grandes
cosas, si se les da el reconocimiento y difusión que merecen. En este tema en
particular, muestran una habilidad técnica envidiable, en varias secciones
donde la complejidad se hace más que presente, y la brutalidad también. Esto es
Melodic Death Metal de verdad, con agresión, potencia, habilidad y melodía, y
por sobre todo, con buenas composiciones. Una banda con el suficiente nivel
para destacarse en el exterior, se encuentra en un país que tiene una escena
con apenas tres bandas de ese estilo con intenciones serias.
“A Lucid Whisper”. En el último tema del disco, se presentan
guturales profundos, guitarras “gordas”, marcando presencia, y una canción a
medio tiempo, que pisa el acelerador en pocas ocasiones, y a pesar de eso, no
pierde un ápice de contundencia. Y eso es vital, para hacer Death Metal hay que
ser contundente, hay que mostrar poderío, y ellos lo logran con creces. Incluso
a pesar del hecho de que este tema tiene un final muy calmo y con voces
limpias, logran demostrar ser fuertes, y usar esos elementos con total fluidez
y tacto.
En definitiva, un disco que los posiciona como serias
promesas a futuro y mostrando que en el Melodic Death Metal no está todo “pasado
por agua”, todavía hay bandas con la habilidad e inventiva suficiente para
equilibrarse entre la brutalidad y la armonía con total éxito.
Calificación: 91/100
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