martes, 4 de junio de 2013

Reseña: Derlich - Arachnophobia (2012)




Muchas veces (la gran mayoría, de hecho) uno se encuentra cosas interesantes de pura casualidad. Es muy típico buscar material de alguna banda o proyecto individual, y encontrar artistas relacionados o simplemente algún nombre que despierte tu curiosidad, para luego arriesgarse a una nueva experiencia. Bien, en una de mis frecuentes búsquedas en bandcamp para escuchar cosas nuevas, encontré a Derlich.


Derlich es un proyecto de música electrónica (Techno, específicamente) orientado hacia el espectro más denso y oscuro del género. Tomando como una de sus principales influencias a Throbbing Gristle, podemos describir la esencia básica de su propuesta. Un Techno abrasivo, hipnótico y no apto para cualquiera, ya que se aleja de los exponentes más frecuentes de su género. Tras escuchar varias de sus piezas, me encontré con Arachnophobia, una "mezcla" con una duración de una hora. Y ya con ver eso, me propuse hacer un comentario del mismo, prometía ser un experiencia ambiciosa y bastante interesante.


De hecho, eso afecta mi propio estilo para analizar un disco, ya que acostumbrado a comentar tema con tema con el objetivo de captar la esencia misma de una banda, un solo track es un desafío personal. Y así, mientras escribo esto, la intro avanza con parsimonia pero con cierta “electricidad”, con pequeños detalles que obligan a mantenerse alerta, a prestar atención. La intensidad sube lentamente, mientras nos vamos sumergiendo en esa red de samples y ruidos, hasta que a los 6 minutos y casi sin que nos demos cuenta, comienza el tema propiamente dicho.


La primera pregunta que se me viene a la mente es: ¿será bailable esto? Claramente hay una invitación a ello, pero la atmósfera que le imprime a cada segundo del tema me hace dudarlo. Es decir, hay ritmo, está todo dado para hacerlo, sin embargo Derlich logra llenar cada recoveco con importantes dosis de “malignidad”, una malignidad que aplasta, oprime, pero al mismo tiempo maravilla. Una vez que te dejas llevar por ese oscuro sonido, simplemente quedas hipnotizado y la escucha adquiere otro sabor, de hecho se logra analizar la composición desde otro enfoque, un punto de vista aplicable también a otras joyas como God, Casual Violence o Young Gods.


El gran truco para mantener esa especie de hipnosis sobre el oyente es sin lugar a dudas la habilidad para añadir pequeños y casi insignificantes detalles que consiguen que el oyente siga interesado a pesar de que note que la repetición rítmica es muy frecuente. Con esos agregados, el tema sigue teniendo algo que mostrar, encontrando y desarrollando microformas que se suceden una tras otra hasta terminar elaborando una sección nueva, con características diferentes a lo que se nos presentaba en un principio.


Algo muy destacable es el sutil uso de elementos relacionados al Noise, que a pesar de que no toman protagonismo se hacen presentes, siendo el principal factor “inquietante” en esta enorme pieza. Nunca toma una naturaleza realmente caótica, sino que es utilizado como un elemento que, situado por debajo de la base rítmica, ensucia el sonido, haciendo que este se vuelva áspero y poco agradable al oído promedio. 
 Claramente, la idea de Derlich no está destinada a un público masivo, más bien a una audiencia “entrenada” y preparada para resistir (y degustar, por supuesto) sus embates.


Se notan ciertas diferencias entre pasajes más agresivos y rápidos, con un aumento del tempo, y otras secciones más introspectivas y ominosas, casi jugueteando con un Ambient de base puramente electrónica. Esta especie de ida y vuelta se desarrolla con mucha naturalidad, aprovechando lo más que se puede el tiempo, factor vital en un tema tan largo, ya que se debe saber bien cómo manejar cada una de las secciones sin exagerar, ya sea con cambios de ritmo que hagan que se pierda la estructura base de la canción; o por otro lado con partes demasiado extensas que densifiquen el material.


Debo destacar una las secciones, que comienza en el minuto 43 y se extiende hasta el minuto 53. En esta parte del tema, se muestra todo lo que engloba a Derlich al mismo tiempo. ¿Cómo es esto? Primero, tiene un arranque cuasi bailable, pegadizo, que comienza a diluirse mientras los samples y sobre todo, los ruidos ganan en protagonismo. Se entra en una zona altamente opresiva, que asfixia y atrae a la vez, mostrando el costado más inquietante de toda la mezcla, para luego volver a subir el ritmo con mucha agresividad. Es claramente el fragmento más destacable de todo el track abarcando un total de 10 minutos, 10 minutos para ponerse de pie.


La mezcla continúa, llevándonos hacia el desenlace de muy buena manera, permitiéndonos enfocarnos en las conclusiones. Y no hay otra conclusión que aprobarlo, un proyecto tan ambicioso como este ha sido perfectamente logrado, reflejando sin ninguna duda su esencia y su objetivo a la hora de encarar el aspecto compositivo del mismo.


Quizás pueda resultar complejo a primera oída, pero a medida que uno se adapta y se “entrena” como oyente a este tipo de proyectos, se vuelve una gran experiencia para disfrutar. Totalmente recomendado.


Puntuación: 91/100

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