Dentro de toda la horda de bandas de Post-Rock, una escena
muy interesante pero absolutamente sobrepoblada donde las bandas suelen
repetirse hasta el hartazgo, suelen quedar pocas realmente recomendables y
disfrutables. En un sub-género que tiene al Rock Progresivo prácticamente
implícito (con mayor o menor intensidad, por supuesto), bandas como Scale The
Summit trajeron algo de aire fresco en la escena, ya que hicieron que estos
elementos progresivos quedaran expuestos “explícitamente”. Es decir, Post-Rock
con un claro sonido progresivo, con todo lo que ello implica: aumento de
elementos técnicos, escalas, cambios de tiempo, ritmos y esquemas compositivos,
etc.
En esa línea encontramos a Jardín De La Croix, un grupo
español formado en 2007, que tras su auspicioso debut en 2008 (“Pomeroy”)
lograron a llamar la atención en el underground en 2011, con su segundo trabajo
titulado “Ocean Cosmonauts”, un disco excelentemente trabajado, combinando con
mucha clase el mundo del Prog Rock más pretensioso y el Post-Rock más
elemental. Tras este disco, para el 2013 las expectativas eran altas, muy
altas.
En “187 Steps To Cross The Universe”, nos encontramos frente
a una renovación sonora muy interesante. Inspirados en Nikola Tesla (Véase la
portada del disco, en ella quedan muy claras las intenciones de la banda),
deciden sacar su álbum más eléctrico, pesado e intenso hasta la fecha. Veamos
cuál es el resultado de todo esto.
El álbum comienza con “Man Made Lightning”, sin ningún tipo
de concesiones. Con mucha intensidad, las guitarras alternan entre
descerebrados fraseos, hasta bases relajantes con sorprendente soltura. El trabajo
rítmico ya en un comienzo se muestra formidable, logrando mantener una misma
estructura dinámica en constante dinamismo, obligando al oyente a permanecer
atento a las diferentes variaciones y estructuras que nos proponen. El hecho de
ser música instrumental realza muchísimo más el trabajo de cada miembro, que
saca a relucir sus habilidades en pos de poder transmitirle al escucha un
mensaje, una idea, un sentimiento. Con una duración de 7 minutos, todo se oye
de maravillas, equilibrado, punzante y a la vez melódico.
Segundo tema. “Topsy’s Revenge” comienza con mucha
parsimonia, con un comienzo “in crescendo” que se va asentando hasta
directamente “explotar en tu cara”. Es que la fuerza e impacto que generan al
subir la intensidad logran sorprender incluso a los adentrados en el género,
rozando bastante el terreno del Metal. Si bien no hacen Metal, llegan momentos
donde coquetean mucho con elementos del género, dándole aún más potencia y
abundancia de recursos al sonido general de la banda, que se ve realmente
beneficiada por ello. Los dos guitarristas realizan un hermoso trabajo de
equipo, alternándose el manejo de melodías constantemente, formando así una
dupla envidiable y muy disfrutable.
Para el tercer tema, otros 7 minutos de majestuosidad.
“Colorado Springs” los muestra muy activos y eclécticos, claramente demostrando
que no es ninguna casualidad que se hayan inspirado en Nikola Tesla a la hora
de componer. Cada sección, cada patrón rítmico, cada melodía mantiene al oyente
hipnotizado, viajando en una montaña rusa repleta de sensaciones encontradas
mientras se asombra por las diferentes variaciones y vaivenes sonoros que nos
presentan los españoles a cada segundo. Con la “electricidad” como premisa, el
sonido general es intrincado, rabioso, hipnótico y a la vez, sublime. Cada
detalle tiene su clara intención, la de generarle al escucha algo, de ser mucho
más que otro grupo pretensioso sumido en la auto indulgencia.
Una inquietante intro nos da la bienvenida al último track
del álbum, “Talking With Planets”. ¿Qué encontraremos en esta canción? ¿Más de
lo mismo? Si, y no. Porque si bien no hay grandes variaciones con respecto a
los temas anteriores, no necesitan hacer un giro de 180 grados para mantener el
interés del oyente. Ahí es cuando notamos algo nuevo: Jardín De La Croix tiene
un sonido propio, una identidad que ha desarrollado con el paso del tiempo y
que evoluciona disco tras disco, haciendo que cada trabajo y cada tema tenga
características propias dentro del marco sonoro que proponen. Es cuando notamos
que un tema de 10 minutos se nos pasa volando, ya que estamos tan inmiscuidos,
tan concentrados en el track que el tiempo corre sin que lo notemos. Es cuando
nos percatamos de que no muchas bandas logran eso en la audiencia.
Por eso, y por muchas cosas más es que “187 Steps To Cross
The Universe” es el mejor trabajo de una banda que no para de crecer y mostrar que
son de lo mejor en la escena del Post-Rock mundial. Una banda que disco tras
disco se supera a si misma, creando obras inolvidables y absolutamente
recomendables. Sin lugar a dudas, esto es de lo mejor del 2013 hasta el
momento.
Calificación: 96/100