martes, 13 de noviembre de 2012

Reseña: The Faceless - Autotheism (2012)



The Faceless se ha caracterizado por una constante evolución en su corta carrera. En su primer álbum encontramos a una joven banda con un debut prometedor, complicado de clasificar, debido a los elementos técnicos y a las influencias del infame Deathcore. Sin embargo, es un buen disco.
Para Planetary Duality se nota un aumento de los elementos técnicos, y una solidez mayor en la composición de los temas. Para su segundo trabajo, son una realidad aceptada en el mundillo que nos concierne, para bien o para mal.

Pero nadie se esperaba esto, nadie se imaginó que “Autotheism” sonaría así.  Empecemos con la reseña.
El primer tema es homónimo, y se divide en tres movimientos. En “Create” es muy claro que el tema se está preparando, entrando en ebullición, en una atmósfera ambiental donde la voz limpia va combinándose con los guturales en una sección muy apacible, invitándote a “dejarse llevar”. Luego arranca Emancipate, donde empieza a tomar ritmo y los guturales toman protagonismo. El trabajo compositivo es impresionante, los detalles y fraseos dominan el panorama sonoro, y todo esto con la brutalidad presente, pero contenida, relegada solo a donde hace falta, en un muy buen “movimiento” melódico, con sus partes pesaditas y una atmósfera en general calma, algo que excepto en algunos casos se mantendrá firme en el disco. Y con la parte final, Deconsecrate, culmina EL tema del disco (si, leyeron bien), y la principal pauta a seguir, porque solo con esta pequeña obra demuestran que van en serio, y que pueden dar mucho todavía. Considero que debieron guardársela para el cierre del disco, ya que te deja con ganas de más, de mucho más. Y eso les jugará en contra, desgraciadamente.

Para Acelerated Decrepitation, el sonido se encausa hacia el costado más técnico, con un tema redondo, de muchos cambios de tiempo, alternando entre secciones con guturales y vocales con muy buen gusto. Hasta ahora, el disco viene espectacularmente bien, melódico y balanceado.
Y comienza The Eidolon Reality con mucha energía, asemejándose a algún pasaje de Planetary Duality, hasta el estribillo, donde aparece un ataque.. ¿Pop? El tema después se metería en una sección dudosa, con cierta influencia del Djent, y retomaría un gancho del que no se despegaría hasta el final de la canción. Y aquí me empiezo a preguntar donde quedó la ambientación, la solemnidad con la que comenzaba el álbum.
Y Ten Billion Years hace brillar la estrella Autoteísta nuevamente, con una intro que desemboca en un tema lento, complicado y pesado, y que deja la sensación de que el tema anterior solo fue un traspié. Otro tema interesantísimo, con una orquestación que si bien suena de fondo, realza a la composición espectacularmente.
Bien, Hail Science, una intro que fácilmente podrían haber acoplado al tema siguiente, abre las puertas al tema más directo del disco, Hymn Of Sanity, que en un minuto con algunos samples machaca, sacude tu mundo debido a la contundencia, la fiereza y la fuerza que transmite.
Y llega el final. En In Solitude, nos encontramos con una banda muy melódica, que busca cerrar el disco de la forma más memorable posible, ayudada por un interesante fraseo de guitarra. Pero (nuevamente) llegamos al estribillo, donde todo se desvirtúa, porque en esa búsqueda del gancho pierden completamente el rumbo, en un intento innecesario de sonar “radio-friendly”, algo que le quita tacto, cosa que si tenían las voces limpias en el comienzo del álbum.

En conclusión, The Faceless busca nuevos rumbos para su sonido. Solo esperemos que logren balancear su sonido, porque corren el riesgo de desvirtuarse completamente en la búsqueda.
Un trabajo que no pudo mantenerse en el nivel con que comenzó. Esperemos que la evolución no termine aquí, y no queden en promesas.
Puntuación: 80/100



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