Reseña: Azure Emote - Chronicles Of An Aging Mammal (2006)

Probablemente, cuando pensamos en Metal Industrial se nos vienen a la mente nombres como Rammstein o Nine Inch Nails, o si eres de los míos y estás más adentrado en este mundillo, GodFlesh, Fear Factory, o PitchShifter. Bien, lo que les traigo no se asemeja a ninguna de esas bandas, pero sus influencias industriales hicieron mucho ruido en el under hace unos de años.

Esta banda es Azure Emote, proyecto que comenzó como una idea personal, y con el paso del tiempo se convirtió en una banda llena de elementos e integrantes de renombre. La mente detrás de la bestia es Mike Hrubovcak, actual miembro de Monstrosity y Vile, además de diseñar portadas para bandas como Sinister, Cephalotripsy, Pathology, Aurora Borealis, entre varios otros. Bien, en Chronicles Of An Aging Mammal, su disco debut, Mike prácticamente se encarga de todo excepto las guitarras y batería, en un proyecto experimental bastante ambicioso.

Y el disco comienza muy prometedor con “Clarity Thru Apathy” que desde el comienzo deja muy clara su propuesta, un sonido que se alterna con un no muy abrasivo Death Metal, algunos pasajes progresivos, y muchos elementos atmosféricos. Lo primero que notamos es que a pesar de no tener una producción muy destacable, todos los instrumentos son audibles y están bien balanceados, logrando que se puedan apreciar los diferentes matices de la canción con facilidad. Aquí los riffs están bien trabajados, sin tomar mucho protagonismo, pero destacándose como la guía rítmica principal y añadiendo la cuota de agresión necesaria.

En “Complex 25”, comienzan a aparecer con más ahínco los elementos electrónicos, que le dan una cuota dinámica muy interesante a la canción. De hecho, lo interesante es el manejo de los mismos, no es agresivo a pesar de su naturaleza electrónica, sino que mantiene una armonía y una cadencia que fluye con facilidad a lo largo del tema. También se da lugar a pequeños lapsus melódicos, como en la inclusión de guitarras acústicas que cambian la dinámica del tema, para luego romperse bruscamente entre los pasajes sintetizados. Realmente  un tema muy agradable, pero que requiere que el oyente tenga la mente abierta.

Los samples son una variable constante en el sonido general, sirviendo como puente en las canciones, o aumentando la sensación opresiva y sirviendo como introducción a la siguiente canción. Así funcionan “Joy On The Face Of Extinction” y “Justified End”, la primera como introducción y la segunda como el tema en sí. Justamente, el último tiene una estructura menos intrincada, sonando los riffs muy amenos al oyente, que los disfrutará bastante. Luego del tema anterior esto suena como un descanso, una concesión entre tanto sampleo y “ruidos extraños”.

Pero “Cosmic Tear” es un giro de 360 grados. Luego del tema “catchy”, esto nos regresa al estado introspectivo y atmosférico, en un tema que se destaca por su suave cadencia, llevándonos por pasajes oscuros incluso cuando suben la intensidad. Las diferentes capas sonoras nos van desplazando por estos 5 minutos ritualísticos, repletos de un misticismo sorprendente. Es un tema que se destaca por su homogeneidad, si faltara algún elemento el resultado final no sería el mismo. Hasta aquí, el disco viene siendo una maravilla, sorprendiendo y maravillando constantemente.

Y con “Procreation Abnegation” llegamos a quizás el punto álgido del álbum, donde las estructuras se complejizan y entrelazan entre riffs y un impresionante, y por momentos confuso, uso de los componentes sintetizados, dándole un toque esquizofrénico a la canción. Curiosamente, a pesar de ser un tema mucho más ecléctico que el anterior, mantiene una cadencia y un aura oscura durante toda su duración, en especial por ese genial corte a los 3 minutos que suena tan malévolo como atrayente.

“Behind These Speechless Eyes” funciona como una inquietante intro para lo que será “Submerged”, un tema donde la esquizofrenia se torna la mejor aliada de la banda, sumergiendo al escucha en un torbellino de brutalidad y “mecanización” impresionantes. Azure Emote se transforma en una auténtica máquina inmisericorde, con el único objetivo de despedazar al oyente. Nuevamente, los elementos electrónicos se encargan de magnificar esas sensaciones, de elevarlas a su máxima potencia, ampliando el abanico de recursos disponibles y potenciando los resultados finales.

Tras una calmada introducción que presagia un inminente ataque destructivo, resulta que “March Of The Chemical Pessimism” apunta hacia otro lado. Es una marcha, por ende, su andar será parejo y calmado. Sin embargo, las voces operísticas, la suave cadencia con la que Hruvobcak decidió llevar el tema logran que uno no se aburra, sino que como pasó en “Cosmic Tear” nos dejemos llevar mansamente entre las diversas capas y matices. Algo que no he mencionado antes es el trabajo de las guitarras. Nunca hacen un uso desmedido de técnica, sino que se presta como mera base, el soporte básico donde trabajarán los otros elementos. Esto es algo que varias personas no han comprendido acerca de Azure Emote, no buscan basar toda su propuesta en el riff, sino en la confluencia de diversos elementos para buscar un resultado final.

“Misanthropic Disgust” nos trae a la versión más punzante de la banda, a puro blast beat y potencia. Quizás en este punto se note una cierta baja en la composición, debido a algunas secciones que no suenan como deberían, no parecen encajar en la idea general. Estas se encuentran desde el 1:20 hasta el 2:10. El problema en esa parte es que las melodías parecen haber quedado mal acomodadas, sonando un tanto forzadas en el tema. Luego esto se acomoda, y el tema sigue por buen sendero, incluso acomodándose esas secciones anteriormente mencionadas.

En el tema final, “Dementia”, nos encontramos con una serie de samples enmarcados por la antes mencionada sensación de melancolía e introspección. Esta introspección no se rompe a lo largo de los 5 minutos que componen el tema, mientras siguen transcurriendo los samples, augurios del final que está por llegar.

A pesar de mínimos traspiés, Azure Emote presentó un disco único, con una identidad propia y un sonido al que pocos han llegado a explorar en estos tiempos. Una propuesta que seguirá siendo analizada en este mismo lugar.

Calificación: 86/100