Chamber Of The Damned
Reseñas musicales, críticas y recomendaciones.
domingo, 25 de mayo de 2014
Review: Infest - The Next Will Be Yours (2013)
In the world of extreme music, one of the most relevant genres in the beginning was Grindcore. With its’ radical fury bursts, along with Death Metal they took the extreme sound to a new level. Bands like Assück, Napalm Death, Carcass, Old Lady Drivers, Agathocles and many others created fulminant blasts that rarely surpassed a span of one minute. After the fall of the Death/Grind scene in 1995, things looked bad for the genre, a group to reinvent the wheel was needed. And that group was Nasum (amongst others like Misery Index). The Swedish brought fresh air to the genre, combining the ferocity of the filthiest Crust with the energy of Death Metal. That sound revitalized the genre, and along with Pig Destroyer, Phobia and several others, they became “leaders” of the new pack of grinders.
And why do I bring this little snapshot to the topic? Because I’ll talk about Infest, grindcore band native from the Basque Country, which holds Nasum as a primary influence. In their two first works (released in 2007 and 2009 respectively) the most notorious display of their sound can be found.
Starting from that base, we face their latest release under the title “The Next Will Be Yours”. There’s something interesting here, 4 years passed since the release of “Moshroom” and this album. It is like if took their time to prepare the album, with that thought in mind, I play the album, and the storm doesn’t take long to appear.
We’ve got 21 tracks that give us a round 28 minutes of chaos. Because if you were expecting a lot of concessions from this band, you’re going to have to rethink your expectations. The aforementioned Nasum still has presence (the last track on the album is a cover of the Swedish band, seems to be from another recording), but this time the individualities shine bright like a diamond for a more personal sound. Infest strikes without boundaries against our ears, the riffs are dirty and very raw, which adds an extra touch of ferocity to the music. Except for some samples and cuts for the inclusion of some drum fills, there is no stop here. Few sections in mid tempo, where we can only highlight the intro of "I Don't Give A Damn" and "Doom Suicide", here the guys let us take a break for almost 4 minutes with lethargic riffs, slow and enigmatic, which amaze the listener after the unstoppable attack from the past 13 tracks. Actually, “Back to Basics” with its’ 36 seconds span takes the crown for the best song on the album, for such power demonstration. And of course, the calm wouldn’t last long. The only thing that the desperate breath of air they offer to us does is intensify the strength of the following tracks, which take a path similar to those from the middle of the album, but with absolutely enjoyable brief explosions of fury.
One of the biggest highlights in this record is the mix, because it manages to put all instruments under a perfect balance without losing strength. Then we meet those sharp and aggressive riffs, which sound “dirty” but are distinguishable, they never get to create a mass of noise. The drums seem to have been recorded without the use/abuse of triggers, which helps a lot in providing an organic sound to the album, where the cymbals keep their natural sound without covering or clustering the rest of the band’s work. The bass is listenable and basically plays the same as the guitarist, something that generates an amalgamation that adds strength to the overall sound. The vocal work switch between high pitch screams, occasional choruses and some not very well done pig squeals. Like every good grindcore vocalist must do, he rips his throat apart on each track with a strong presence in the mix. For brief moments you get the sensation that this work was recorded live with all the members playing like if it was a rehearsal, which for me is excellent, gives a little bit of extra spice to the album itself.
Definitely, we have here one of the most solid grindcore albums from last year, along with Blockheads, Mumakil and Teething. Infest has matured a lot in this last 4 years, showing not only a high level to present fresh material in such a saturated genre like this, but also showing awareness to present a well produced and perfectly executed work. This guys are serious, and they let us know in this 21 tracks.
Score: 88/100
viernes, 28 de marzo de 2014
Reseña: Ilvcia - In the Nature of Reason (2013)
Ah, los grupos noveles. Los primeros trabajos de una banda
casi siempre terminan generando las mismas preguntas: ¿Cuáles son sus
influencias? ¿Logran despegarse de ellas y lograr un sonido propio? ¿Muestran
señales de identidad? ¿Se encasillan en un solo género?
Ese tipo de preguntas al menos a mí se me hacen muy frecuentes cuando me siento a escuchar un disco o EP debut; es muy importante lograr reconocer cuál es la idea que buscan generar a través de la música y quiénes son sus principales influencias a la hora de componer. La identidad de una banda se forma con el paso del tiempo, y algunas bandas logran encontrarla más o menos rápido que otras, o tal vez nunca.
Ese tipo de preguntas al menos a mí se me hacen muy frecuentes cuando me siento a escuchar un disco o EP debut; es muy importante lograr reconocer cuál es la idea que buscan generar a través de la música y quiénes son sus principales influencias a la hora de componer. La identidad de una banda se forma con el paso del tiempo, y algunas bandas logran encontrarla más o menos rápido que otras, o tal vez nunca.
Entre tantas bandas nuevas que buscan salir adelante en el
mundo de la música, nos encontramos con Ilvcia, quinteto español de Rock
Progresivo que el año pasado dio a luz a su primer larga duración llamado “In
the Nature of Reason”, un disco independiente que fue grabado y mezclado por la
propia banda. Eso ya habla muy bien de la iniciativa y compromiso que tienen
para con el proyecto.
Ilvcia se presenta como una mezcla entre Rock Progresivo y
toques de Post Rock, pero a medida que transcurren los minutos vamos notando
cómo esa fusión no es tan notable a primera oída. Primero, porque la banda principalmente
sigue los cánones de Genesis, Yes y toda la camada británica, y segundo, porque
las influencias del Post Rock se encuentran más en el trabajo de composición
que en una sonoridad en particular. Es decir, en lo que más se enfocan es en la
repetición de motivos e ideas melódicas que se impregnen en el oyente, pero con
el suficiente tacto para desarrollar la idea justo antes de que empiece a
volverse hastiante. No es algo que se note a primera oída. A pesar de esta
habilidad para mantener el interés del oyente, hay un problema que no deja de
molestar a lo largo del álbum: la heterogeneidad. Fácilmente podemos seccionar
el disco en 3 partes:
- Primera: (The Safe, Universe of Fields) Principalmente influenciada por el Prog Rock setentero, donde las composiciones fluyen con una naturalidad muy propia del Rock Sinfónico de la época.
- Segunda: (Baghdad I – II- III): La parte experimental, dónde nos encontramos con un instrumental dividido en 3 partes donde la banda juega con influencias folklóricas del medio oriente y se encuentra la mejor parte del trabajo, ya que logran ensamblar las sinuosas sonoridades folk con lo intrincado del progresivo, también dejando lugar a secciones atmosféricas muy bien utilizadas. Ilvcia avanza con mucha calma, dándose su tiempo para desarrollar cada idea, y sacándole todo el jugo posible.
- Tercera: (Sir T. Weaver): el último tema, que termina volviéndose una fusión muy bien lograda entre el Prog y el Post. Como si se cruzaran FM y Mogwai, algo realmente muy agradable de escuchar.
Las diferencias son notorias y a pesar de que hay muy buenos
temas, se pierde la cohesión que necesita un larga duración. Es como si todavía
no pudieran definir hacia qué dirección apuntar del todo, lo que termina
jugándoles en contra.
En lo referente a los desempeños, quizás no tienen un
vocalista del todo sólido, pero realiza un buen trabajo. La base rítmica es
absolutamente precisa, tanto batería como bajo se complementan perfectamente,
aunque a mi parecer la labor de Santiago Arderiu (batería) como percusionista
se destaca un poco más ya no suele haber bateristas con esa versatilidad. La
dupla de guitarras es impecable, se nota que conocen el Progresivo a la
perfección, lo que deriva en punteos e ideas rítmicas complejas que no pierden
la fluidez, ni se dejan llevar por alardes de habilidad innecesarios. Y como
Ilvcia tiene una fuerte influencia del Rock Progresivo británico, los teclados
tienen un protagonismo clave que Guillem Laborda ejecuta a la perfección,
cuando tiene que tomar protagonismo y cuando debe quedarse como apoyo armónico.
Otro punto algo flojo es el de la mezcla, que si bien tiene su justificación (mencionada anteriormente, fue mezclado por la banda) termina dejando la sensación de que podría haber sonado mejor, con un sonido más claro y sin perder el toque orgánico, natural que tiene el álbum. En especial en los dos primeros temas, el sonido en general termina siendo algo sucio en partes y vacío en otras, lo que hace que los instrumentos suenen algo “opacos” en las ocasiones donde se sube la intensidad sonora, y algo ausentes en las partes más calmas.
Otro punto algo flojo es el de la mezcla, que si bien tiene su justificación (mencionada anteriormente, fue mezclado por la banda) termina dejando la sensación de que podría haber sonado mejor, con un sonido más claro y sin perder el toque orgánico, natural que tiene el álbum. En especial en los dos primeros temas, el sonido en general termina siendo algo sucio en partes y vacío en otras, lo que hace que los instrumentos suenen algo “opacos” en las ocasiones donde se sube la intensidad sonora, y algo ausentes en las partes más calmas.
A modo de conclusión, Ilvcia es una banda con mucho camino por recorrer, que presentó
un sólido debut y que debería servir como base para definir una propuesta
definitiva, que logre reflejar toda su personalidad como compositores y como
grupo.
lunes, 3 de marzo de 2014
Reseña: Infest - The Next Will Be Yours (2013)
En el mundo
de la música extrema, uno de los géneros más relevantes en un principio fue el
Grindcore. Con sus explosiones de furia radicales, junto con el Death Metal
llevaron los sonidos extremos a un nuevo nivel. Bandas como Assück, Napalm
Death, Carcass, Old Lady Drivers, Agathocles y muchísimas más realizaban
fulminantes descargas que con suerte superaban un minuto de duración. Luego de
la decaída de la escena Death/Grind en el 95, las cosas pintaban mal para el
género, se necesitaba un grupo que reinventara la rueda. Y ese grupo fue Nasum (además
de otros como Misery Index). Los suecos trajeron aire fresco al género,
combinando la ferocidad del Crust más sucio con la potencia del Death Metal.
Ese sonido revitalizó el género y junto con Pig Destroyer, Phobia y varios más se
volvieron los “líderes” de la nueva camada de grinders.
¿Y por qué traigo este pequeño pantallazo a colación? Porque hablaré de Infest,
banda de Grindcore oriunda del País Vasco, que tiene como principal influencia
a Nasum. En sus dos primeros trabajos (lanzados en 2007 y 2009 respectivamente)
es lo más notorio de su sonido. Partiendo de esa base, encaramos su último
trabajo titulado “The Next Will Be Yours”. Hay algo interesante: pasaron 4 años
desde el lanzamiento de “Moshroom” y este disco. Es como si se hubieran tomado
su tiempo para preparar el álbum. Con ese pensamiento le doy play al disco, y
la tormenta no tarda en llegar.
Tenemos 21
temas que en total redondean unos 28 minutos de caos. Porque si esperaban muchas
concesiones por parte de esta banda, van a tener que replantear sus
expectativas. La influencia de Nasum antes mencionada sigue presente (el último
tema es un cover de los suecos, parece ser de otra grabación), pero esta vez
las individualidades salen a relucir en pos de un sonido más propio. Infest
arremete sin tapujos contra nuestros oídos, los riffs son sucios y muy crudos,
lo que añade un toque extra de ferocidad en los temas. A excepción de algunos
samples y cortes para la inclusión de algún fill de batería, no hay respiro.
Pocas secciones en medio tiempo, donde sólo podemos destacar el inicio de
"I Don't Give A Damn" y "Doom Suicide", aquí los muchachos
nos dejan tomar aire por casi 4 minutos con unos riffs letárgicos, lentos y
enigmáticos, que sorprenden al oyente tras el ininterrumpido ataque de los 13
temas anteriores. De hecho, "Back to Basics" con sus 36 segundos de
duración se lleva el premio al mejor tema del disco, por tamaña demostración de
potencia. Y claro, la calma no iba a durar mucho. El aliento que nos ofrecen lo
único que hace es intensificar la fuerza de los temas siguientes, que toman un
rumbo cercano al medio tiempo, pero con fugaces explosiones de furia
absolutamente disfrutables.
Una de las
cosas más destacables es el trabajo de la mezcla, ya que logra equilibrar todos
los instrumentos sin por ello perder la fuerza. Entonces nos encontramos con
los riffs filosos y agresivos, que suenan “sucio” pero son distinguibles, en
ningún momento forman una bola de ruido. La batería parece haber sido grabada
sin uso/abuso de triggers, lo que da ayuda mucho a darle al disco un sonido
orgánico, donde los platillos mantienen su vibración natural sin tapar la labor
del resto de la banda. El bajo es audible y básicamente toca lo mismo que el
guitarrista, lo que genera un acople que le añade fuerza al sonido en general.
Las voces se alternan entre los agudos, coros ocasionales y algún pig squeal no
muy bien hecho. Como todo buen vocalista de Grindcore debe hacer, se desgarra
la garganta en cada tema con una presencia marcada en la mezcla general. Por
momentos se genera la sensación de que el disco fue grabado en vivo con todos
los miembros tocando como si fuera un ensayo, lo que realmente me parece
excelente, le da un sabor extra al álbum en sí.
En
definitiva, tenemos uno de los discos de Grindcore más sólidos del año pasado,
junto con Blockheads, Mumakil y Teething. Infest ha madurado mucho en estos 4
años, mostrando no sólo un muy buen nivel para presentar material fresco en un
género tan saturado como este, sino que también lucidez para presentar un
trabajo bien producido y perfectamente ejecutado. Estos tipos van en serio, y en
estos 21 temas nos lo hacen saber.
Calificación:
88/100
martes, 28 de enero de 2014
Review: Random - Pidanoma (2014)
There
are some records that you expect, almost anxiously, because you know
the quality of the members of the band, and their capacity to deliver
something fresh with each delivery. One of those bands is Random,
from Tucuman, Argentina, that after a promising debut with their EP
"Prrimo, The" where they showed a progressive metal of the
odds of Mastodon, Tool and The Mars Volta, that would graze the
experimental for its longevity. In "Todo.s los Colores Del",
the trio would start to use stranger structures, alternating moments
of sonic devastation and others of unusual calm. It's one of those
works which are hard to find in the argentinian scene.
Some
time later, I got the chance to interview Raúl García Posse,
guitarist and main singer of the band, and even though "Pidanoma"
wasn't under gestation yet, some comments showed detachment of their
original sound, expressing the need to explore other paths, maybe
more weird and complicated. Some months later I had the pleasure of
seeing them live, with their performance being one of the most
interesting I've seen (technical issues included)
And
we arrive to the present. A time where after many listenings, I'm
writing about this work. I play it again, "Corto
Normal"
starts. The bass of Pablo Bianchi welcomes us, with an elaborate but
catchy riff, which then is followed by the whole band. Without a
doubt the beginning is very powerful, and it doesn't lose the
intensity with which it began. Probably this is the most digestible
song of the album, with a rather kind beginning before the real trip
begins. Prog Rock, Metal and a bit of Noise Rock salute as the
minutes go by. A beginning that smells like a preamble for what's
comming. To warm engines.
After
"Ojota
y Media",
a weird interlude that includes what seems like a radio recording, a
drum track in the background and other noises, starts "Me
Chango".
A 17 minute track, aand since the firs song it's delicious. The way
the make such a long song without losing the compass is amaizing,
because even repeating sections, none of them sound like the other.
The little details make it dynamic, putting a little surprise hidden
in every bar and making us attentive. The premise is clear: Random
wants the listeners to pay careful attention, to be immersed into the
music and be aware of details, and of every sound that comes from the
instruments. That idea is vital to enjoy this record in every
dimension. With a special guest on sax (Adrián Terrazas Gonzales,
former saxophonist of The Mars Volta and actual T.R.A.M.), the 20
minute improvisation, experimenting with timbres, intensities and
many other sounds become pure delight to the ears, making a cataract
of feelings that exceed you at times.
Fourth
song, "Mia
Gato Esta Solo en la Oscuridad".
Following the crescendo with which the previous song ended, the
thrack begins attacking our nervous system from the beginning. With
the neverending ghost notes and the great energy of Marckos Crosa,
madness is assured. He has to be the most riddled drummer I have ever
seen live, and on studio he does the same. The work of this guy is
just demolishing. If we add the the impecable production of this
record, that makes everything clear and distinguishable, but with the
fair amount of "dirty" to unleash a true sonic chaos on the
right moment, everything becomes stronger, turning memorable but over
all, hypnotic. At certain moments it's inevitable to feel off the
ground, getting into it so much that you feel part of a journey, an
unusual and uncontrolled journey, of which we enjoy every second.
Something remarkable are the Noise influences (probably brought by
Raúl, who has proven to be really skillful to make good noise on
his project "Seda que fue Baba"), which adds very
interesting textures to each of the songs of "Pidanoma",
going from increasing tension to stabilizing motives.
“Gurí
Gurí Tres Piñas”.
Unlike it's name may suggest, the song starts with parsimony, like
giving the listener a breef break of the rollercoaster of feelings
he's in; but without forgetting to add some samples that warn us that
it may blow up at any time. The vocal work on "Pidanoma" is
bounded, even more than in their previous record. Raúl preferred to
let the instruments talk by themselves, and reduced the vocals
practically to harmonize or intensify specific moments of the song.
In this last track, Raúl and his voice uplift certain sections of
the song, which in its 20 minutes tastes like glory. From that peace
and tranquilty that are transmitted on the beginning, it rises
progressively, almost without noticing, for being so calm... and in
minute 10, it all blows up. Calm starts to fade away slowly and it
reaches its algid point, entering a void where tranquility and
decontrol are fused, intensity is fired and the listener is caught in
the middle, with his ears as the sole witness of the overwhelming and
nerve-racking duality these 3 men are offering. A truly unique
duality.
The
album ends, the beatings lower. It's ridiculous to get into technical
aspects about each member and the used resources. The reason is
simple: "Pidanoma" is a record of feelings,
that ask the listener to intrude on it to get taken away. Without a
doubt, the best work of probably the most peculiar and interesting
band of the argentinian and latin-american ongoing musical scene.
lunes, 27 de enero de 2014
Reseña: Random - Pidanoma (2014)
Hay discos que uno espera con muchas ganas, casi con
ansiedad, porque conoce la calidad de los miembros de tal o cual banda, y la
capacidad que tienen para entregar algo nuevo en cada lanzamiento. Una de esas
bandas es Random, grupo tucumano que tras un inicio prometedor con su EP debut “Prrimo,
The” donde mostraban un Metal Progresivo con reminiscencias de bandas como
Mastodon, Tool y The Mars Volta, rozaría lo experimental con su primer larga
duración. En “Todo.s los Colores Del”, el trío empezaría a usar estructuras más
extrañas, alternando momentos de devastación sonora con otros de inusitada
calma. Un trabajo de esos que difícilmente se encuentran en una escena como la de
Argentina.
Un tiempo después, pude entrevistar a Raúl García Posse,
guitarrista y cantante de la banda, y aunque “Pidanoma” todavía no estaba en
gestación, algunos comentarios daban indicios de cierto desapego por el sonido
directo de sus inicios, expresando una necesidad de explorar otros caminos,
quizá más extraños y complicados. Unos meses más tarde me pude dar el lujo de verlos en vivo, siendo
su performance una de las más interesantes que haya visto (con problemas
técnicos incluídos).
Y llegamos al presente. Un presente donde tras varias
escuchas, me pongo a escribir sobre este trabajo. Le doy play nuevamente, empieza “Corto Normal”.
El bajo de Pablo Bianchi nos da la bienvenida, con un riff rebuscado pero
atrapante, que luego es seguido por toda la banda. Sin duda un comienzo muy
enérgico, que en ningún momento pierde la intensidad con la que inició.
Probablemente este sea el tema más digerible del disco, un comienzo
relativamente amable antes de que comience el verdadero viaje. Prog Rock, Metal
y un poco de Noise Rock intercambian saludos mientras transcurren los minutos. Un
inicio que huele a preámbulo para lo que se viene. Para calentar motores.
Luego de “Ojota y Media”, un extraño interludio que incluye lo
que parece una grabación de radio, un track de batería de fondo y ruidos
variados, arranca “Me Chango”. Tema que dura 17 minutos, y desde el primer
segundo se vuelve una delicia. La forma en que llevan un tema tan extenso sin
perder la brújula es admirable, ya que a pesar de repetir secciones, ninguna
suena igual a la anterior. Pequeños detalles hacen que todo suene dinámico, que
haya una sorpresa escondida en cada compás y que estemos atentos en todo momento.
La premisa es clara: Random requiere de oyentes que presten atención, que se
sumerjan en la música y que estén atentos a los detalles, a cada sonido emitido
por los instrumentos. Esa premisa es vital para disfrutar de este disco en toda
su dimensión. Con un invitado especial en saxofón (Adrián Terrazas Gonzales, ex
saxofonista en The Mars Volta y actual en T.R.A.M.), los 20 minutos de
improvisación, experimentación con timbres, intensidades y diversas sonoridades
se vuelven puro deleite para el oído, generando una catarata de sensaciones que
por momentos te sobrepasan.
Cuarto tema, “Mia Gato Esta Solo en la Oscuridad”. Como la
continuación del crescendo con el que terminaba el tema anterior, el track
comienza atacando nuestro sistema nervioso desde el comienzo. Con los
interminables golpes fantasmas y la imponente energía que Marckos Crosa entrega
a cada segundo, la locura está garantizada. Realmente debe ser el baterista más
desbocado que haya visto en directo, y en estudio no se queda atrás. El trabajo
de este tipo es simplemente demoledor. Si a eso le sumamos el impecable trabajo
de producción que tiene el disco para que todo suene claro y distinguible, pero
lo suficientemente “sucio” para desatar un auténtico caos sonoro en el momento
necesario, todo se potencia, volviéndose memorable pero sobre todo hipnótico.
Por momentos es inevitable sentir que uno despega del suelo, integrándose tanto
a lo que escucha que simplemente uno se siente parte de un viaje, un inusual y descontrolado
viaje del cual queremos disfrutar cada segundo. Algo muy destacable son las
influencias Noise (probablemente traídas por Raúl, que ya ha demostrado tener
aptitudes para el buen ruido en su proyecto “Seda que fue Baba”), que añade
texturas muy interesantes en cada una de las canciones de “Pidanoma”, yendo
desde incrementar la tensión hasta a estabilizar los motivos.
“Gurí Gurí Tres Piñas”. A diferencia de lo que su nombre
puede sugerir, los tucumanos deciden comenzar con parsimonia, como dándole al
oyente un respiro de la montaña rusa de sensaciones en la que está metido;
aunque sin privarse del lujo de acompañar con samples que nos advierten que la
cosa puede explotar en cualquier momento. El trabajo vocal en “Pidanoma” es
acotado, mucho más que en su disco anterior. Raúl prefirió dejar que los
instrumentos hablen por ellos, y redujo el trabajo vocal prácticamente a
armonizar o intensificar momentos específicos en la canción. En este último
track, Raúl y su voz enaltecen ciertas secciones del tema, que en sus 20 minutos
de duración sabe a gloria. De esa paz y calma que transmiten en el principio,
van subiendo progresivamente, casi sin que nos demos cuenta de tan relajados
que estamos… Y en el minuto 10, todo estalla. La calma comienza a esfumarse de
a poco y todo llega a su punto álgido, entrando en un vórtice donde la tranquilidad
y el descontrol se fusionan, la intensidad se dispara y el oyente se encuentra
en el medio, con sus oídos como único testigo de la dualidad abrumadora y
enervante que estos 3 hombres le están ofreciendo. Una dualidad realmente
única.
Termina el disco, las pulsaciones bajan. Resulta ridículo
entrar en aspectos técnicos sobre el desempeño individual de cada uno de los
integrantes y los recursos utilizados. La razón es simple: “Pidanoma” es un
disco de sensaciones, que lo único que pide es que el oyente se inmiscuya en él
para dejarse llevar. Sin lugar a dudas, el mejor trabajo de probablemente la
banda más peculiar e interesante de la actualidad musical Argentina y Latinoamericana.
Calificación: 95/100
lunes, 11 de noviembre de 2013
Reseña: Dehumanizer - The Incomplete Man (2013)
Perú no es un país muy reconocido por
su música extrema. Dejando de lado a Mortem y Ch'aska, es muy
reducida la cantidad de nombres interesantes de la escena. Por eso,
encontrarse con bandas con Dehumanizer es una grata sorpresa, ya que
muestra señales de vida para el Metal Extremo peruano y también de
renovación, denotando que se puede hacer material original con un
sonido y producción acordes a los tiempos que corren. Sin más preámbulos, comencemos.
Dehumanizer practica un Death Metal Melódico/Progresivo que muestra
mucha personalidad y madurez, algo que no debería ser tan extraño
al saber que llevan 2 años trabajando en éste disco. Entonces, nos
encontramos con un abanico tanto rítmico como melódico donde queda
claro que no tienen que pedirle nada a nadie. No encontrarán riffs o
ideas recurrentes entre temas que les recuerden específicamente a
alguna banda, ya que creativamente han demostrado variedad en todos
los tracks, sonando frescos en cada uno de los 10 temas del disco. De
esta forma nos embarcamos en una montaña rusa de brutalidad y
melodía, siendo justamente esa una de sus principales fortalezas:
poder pasar de Death Metal duro y preciso a un estribillo cargado de
melodía y sutileza, y luego rematar con secciónes en compases
irregulares; todo esto logrado con facilidad y sobre todo, fluidez.
El mejor ejemplo para poder explicar
esto es el último tema homónimo: Comienza bastante intrincado y sin
embargo muy agradable al oido, para luego atacar con furia y comenzar
un juego de guitarras que se extiende hasta el segundo minuto, donde
vuelve la complejidad rítmica, sin por ello perder el gancho (cosa
que a lo largo del disco se vuelve un sello característico).
Encontramos armonías muy agradables, tanto en las secciones calmas
como en las partes más intensas de la canción. Así se desarrolla
el tema hasta aproximadamente el minuto 4, donde un corte acústico
da inicio a 3 minutos muy agradables y melódicos que se encargan de
darle cierre al álbum.
Justamente en ese ida y vuelta
constante es donde ganan la partida: el constante combio y la
cohesión de los elementos logran mantener al escucha atento pero
entretenido al mismo tiempo, ya que se genera el disfrute por el
tratamiento melódico y a la vez tensión al saber que en cualquier
momento pueden cambiar de motivo o variar la idea que se está
utilizando; generando una dinámica intensa y muy entretenida.
El desempeño individual tiene sus pros
y sus contras. Por un lado, nos encontramos con una dupla de
guitarras (a cargo de César Gutierrez y Daniel R. Ibárcena) que es
una caja de sorpresas, siendo los principales generadores de ese
dinamismo antes mencionado. De riffs rápidos y técnicos pueden
pasar a ideas más agradables sin perder el hilo del tema, dándole
aire fresco a todas las composiciones. Entonces nos encontramos con
riffs que nos recuerdan a Death, Opeth, At The Gates, Atheist o
Cynic, pero con un sello propio. Claramente se puede notar que el
abanico de influencias es amplio, tomando un poco de todo para
construir un sonido propio.
En la contraparte, el bajo a cargo de
Alejandro Hernández quedó muy relegado. Apenas se destaca en el
comienzo del instrumental “Invisible Walls”, lo que me lleva a
pensar en el potencial que tiene el instrumento para la banda,
pudiendo ser una pieza clave en la creación de melodía y textura, y
no solo la típica base del tema. Alejandro también se encarga de
las voces, realizando una buena labor con sus guturales en un rango
medio que le permite sonar grave o desgarrar la voz sin muchas
complicaciones, en un trabajo correcto.
En el aspecto percutivo, Daniel I. Ibárcena (hermano del guitarrista) demuestra mucho dominio y variedad, logrando estar a la altura de las composiciones. Daniel da lo que necesita el tema en cada momento, ya sea cuando hay que ponerse intensos o cuando las bases se complican, donde sus habilidades con el instrumento se realzan, ya que logra crear ritmos idóneos y que además no suenan trillados de bateristas del mismo estilo.
En el aspecto percutivo, Daniel I. Ibárcena (hermano del guitarrista) demuestra mucho dominio y variedad, logrando estar a la altura de las composiciones. Daniel da lo que necesita el tema en cada momento, ya sea cuando hay que ponerse intensos o cuando las bases se complican, donde sus habilidades con el instrumento se realzan, ya que logra crear ritmos idóneos y que además no suenan trillados de bateristas del mismo estilo.
En cuanto a la mezcla y producción del
disco, nos encontramos con un buen trabajo, un sonido moderno y
limpio donde se pueden apreciar los detalles, siendo las guitarras lo
más trabajado en cuanto a la independencia de cada una en pos de las
armonías entre sí. La voz suena potente y clara, algo típico en el
Death Progresivo, y la batería tiene mucha presencia, siendo posible
distinguir cada platillo y los fills que toca sin mucho problema. El
bajo quedó relegado en la mezcla, ya que a pesar de que es posible
distinguirlo, suena muy apagado en comparación a los otros
instrumentos.
En conclusión, nos encontramos ante un
disco sólido, que si bien no es (ni pretende ser) algo
revolucionario, es muy entretenido y se deja escuchar sin grandes
complicaciones. “The Incomplete Man” es aire fresco para la
escena de Metal Extremo Latinoamericano, y un gran paso para esta
banda que empieza a forjar su camino en la música extrema,
cumpliendo las expectativas con creces.
Calificación: 82/100
Calificación: 82/100
viernes, 30 de agosto de 2013
Review: Serocs - The Next (2013)
Serocs is a
pretty known band for me and for this little space's followers (is there any?),
this is because its leader, Antonio Freyre, was interviewed months before the
launch which had me expecting for a while and that's today's matter.
After what
had been "Oneirology", its last year's edited debut disc (it also has
some EP's), future seemed promising for the project. With programmed drum and a
riff arsenal made of granite, Oneirology" left the impression of being a
good job that still needed to "harmonize" a little, get out of the
permanent stuck to attain a stronger focus on the songs properly said, without leaving any pile of unrecognizable
rhythmical sessions.
The
question is: was Antonio able to set the pieces to "The Next"? that's
what we'll find out song per song.
In
"The Variable", we notice the proposal has changed a bit in comparison to
“Oneirology”. It's possible to detect an
increase in the songs' structure, having recognizably improved rhythmic and
melodic aspects. everything is in perfect order in a very well-crafted song,
which remains in the memory without having to lose any inch of power, two
songs, two songs, both right.
Third
track. "Urban Terror" shows "serocs" in an entangled half
time, where Antonio unhurriedly guides us to the minute and twenty,
when Hakkinen speeds up at the time of the
inextricable wall made by Poggione (bass) and Freyre's riffs. Solid,
destructive and enjoyable at the same time. An entertaining song that becomes
very attractive thanks to the inventive and constant variety that, when not
exaggerated, results really pleasant to hear.
For
"Weakness Fed The Fear", the most... sticky (?) face of the band is
eager to show itself. Without losing
their characteristically energy, some chorus appear, boosted by Jason Hohenstein's
vocal stream, fitting very well. However, the song develops too quickly, in a sort of vertiginous speed which ends up
playing against the song itself, especially at the end. It's not a bad song, but all the
entangling ends up lying it one step below the previous songs.
The most
remarkable thing from Serocs is the rhythmic treatment given to the
songs, because unlike the other bands of
its same sub-gender, they don’t need to incur into blast beats abuse and exaggerated speeds to
show strength or brutality, the endless riffs and the complex rhythmical patterns are more
than enough to overwhelm the hearer. "The
Hellgramite Method" is a cabal proof of that, with its diversity and flawless
execution, which put all back in order after the last song.
We've
arrived to the sixth song. "The Shining One" represents four minutes of good
moves, where each strike, each note fits perfectly, leaving very clear the
technical capacities of their executioners. An enjoyable song, where the middle
range of gutturals which Hohenstein uses fits very well with what the song
requests, revalidating its scrolls based on potency.
We find
ourselves at the verge of the end, where "ChernoVile" explodes like a bomb.
Without many differences with the previous songs, Freyre and company don't
spare in details to leave a good taste on this speed and texture roller
coaster. Poggione's bass lines, always steady, take some more protagonism in
this piece through subtle amends.
For this disc's closure "Alienus Gignesthai" becomes present, a song that's a bit different to the rest of the album. Why do I say this? Because the song has a very clear order, distinguishing the beginning, the middle and the end through the intensity with which it develops. from the sinuous intro, followed by a slow march, which would keep this lethargic step for a little longer than a minute, until the pounding owns the composition, leading us to the apparition of a very special character as ins the legendary Demilich's singer, Antti Boman, which unhurriedly guides us to the exit.
These eight songs compose "The Next" a solid record that shows a mature band which has polished its virtues and considerably reduced its defects, securing its sound and its proposal, giving it a proper, recognizable style that places them as one of the names to notice in the Technical Brutal Death Metal scene.
Grade: 88/100
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