sábado, 17 de noviembre de 2012

Reseña: A Canorous Quintet - Silence Of The World Beyond (1996)




El Melodic Death Metal, sub-género todavía bastante cuestionado por varios fans del pútrido Death Metal de antaño (el "pútrido" es referencia de cariño, aclaro), hace tiempo que se estableció, demostrando tener muchos matices dentro del mismo estilo, porque no es lo mismo una banda como Eternal Tears Of Sorrow, que otra como The Crown, por ejemplo.

Como en toda escena quedaron bandas gloriosas, de excelente calidad, sepultadas bajo tierra, a la espera de ser reconocidas. A Canorous Quintet es una de ellas, una banda que desde su nombre nos dice exactamente que esperar de ellos: un quinteto muy melódico.

Pasemos al disco.

En el track homónimo de entrada podemos darnos cuenta lo que se viene, un riff potente y melódico, que desemboca en un ritmo galopante con blast beats. Pero de repente.. ¡Sorpresa! Se hace presente la principal influencia de la banda: Dissection. La fórmula de el quinteto se basa en eso: la combinación entre el Death Melódico con la escuela que Dissection supo crear. Sumado al nivel de ejecución, y la rabia, la furia que se siente al escucharlos, todo marcha espectacularmente.

Y ataca “Naked With Open Eyes”, con un comienzo memorable, galopante, y sobre todo, movilizador. Nos destruyen a base de fuerza y machaque, exprimiendo cada riff, cada nota para sonar lo más melódico posible, sin perder un ápice de brutalidad.

En “Spellbound” las guitarras cortan el aire, en el tema más pesado del disco. Las letras exponen la situación de un asesino, que arrepentido de sus acciones pide perdón, gritándonos sus penas, exponiéndonos a su dura pero sufrida situación. De esa forma, nos dan con toda su artillería, para desgajarse en un final impresionante, donde Hansen (vocalista), suplica: “For all my sins, forgive me…”, dejándonos desolados.

Comienza “The Orchid Sleep”, la antítesis de Spellbound. Si el tema anterior te despellejaba, este simplemente te llega. Ya con su corta intro te das cuenta de lo que viene, y cuando arranca… Directamente explota en tu cara, mostrándonos que lo suyo es en serio, que realmente es posible hacer Death Metal con furia auténtica y alta carga melódica.

En cuatro temas simplemente te dejan sin aire. Pero esto no termina aquí, claro.

Para el quinto tema, “The Black Spiral”, la intro de batería marca el ritmo para la entrada de las guitarras, que se desenvuelven perfectamente, atacando permanentemente en los 4 minutos del tema. Esta sería la canción bisagra del disco, donde se muestran más secos al escucha, y nos adentramos completamente en el sonido. El tema le da pie a The Last Journey, que sensibiliza al oyente luego del trago seco del tema anterior, funcionando como un outro instrumental.

En “In The Twilight Of Fear”, las cosas van “in crescendo” siguiendo la línea del tema anterior, arrancando con calma y subiendo la intensidad hasta imponer su salvajismo nuevamente, en especial por la potencia de su vocalista. Simplemente, Marten Hansen deja el alma en cada tema, realzando el nivel compositivo de sus compañeros.

Llegamos al anteúltimo tema, “Burning, Emotionless”, donde simplemente uno se deja llevar por las notas de angustia, las melodías y los lamentos, que se llevan, te deslizan hacia un final espectacular, donde el tema se apaga, se extingue, preparando el “grande finale”.

Y del final se encarga “Dream Reality”, que se desarrolla normalmente, hasta el corte en el 3:34, exactamente. En ese momento, arremeten con toda su fuerza, a pura velocidad, con un nivel de melodía memorable, inolvidable, como si fuera una demostración, una prueba de que venían a sacudir al mundo y quedarían en el recuerdo.

Una de tantas bandas que hay que sacar del baúl de los recuerdos. Melodic Death Metal del que ya no hay, por desgracia.

Puntuación: 93/100

martes, 13 de noviembre de 2012

Reseña: The Faceless - Autotheism (2012)



The Faceless se ha caracterizado por una constante evolución en su corta carrera. En su primer álbum encontramos a una joven banda con un debut prometedor, complicado de clasificar, debido a los elementos técnicos y a las influencias del infame Deathcore. Sin embargo, es un buen disco.
Para Planetary Duality se nota un aumento de los elementos técnicos, y una solidez mayor en la composición de los temas. Para su segundo trabajo, son una realidad aceptada en el mundillo que nos concierne, para bien o para mal.

Pero nadie se esperaba esto, nadie se imaginó que “Autotheism” sonaría así.  Empecemos con la reseña.
El primer tema es homónimo, y se divide en tres movimientos. En “Create” es muy claro que el tema se está preparando, entrando en ebullición, en una atmósfera ambiental donde la voz limpia va combinándose con los guturales en una sección muy apacible, invitándote a “dejarse llevar”. Luego arranca Emancipate, donde empieza a tomar ritmo y los guturales toman protagonismo. El trabajo compositivo es impresionante, los detalles y fraseos dominan el panorama sonoro, y todo esto con la brutalidad presente, pero contenida, relegada solo a donde hace falta, en un muy buen “movimiento” melódico, con sus partes pesaditas y una atmósfera en general calma, algo que excepto en algunos casos se mantendrá firme en el disco. Y con la parte final, Deconsecrate, culmina EL tema del disco (si, leyeron bien), y la principal pauta a seguir, porque solo con esta pequeña obra demuestran que van en serio, y que pueden dar mucho todavía. Considero que debieron guardársela para el cierre del disco, ya que te deja con ganas de más, de mucho más. Y eso les jugará en contra, desgraciadamente.

Para Acelerated Decrepitation, el sonido se encausa hacia el costado más técnico, con un tema redondo, de muchos cambios de tiempo, alternando entre secciones con guturales y vocales con muy buen gusto. Hasta ahora, el disco viene espectacularmente bien, melódico y balanceado.
Y comienza The Eidolon Reality con mucha energía, asemejándose a algún pasaje de Planetary Duality, hasta el estribillo, donde aparece un ataque.. ¿Pop? El tema después se metería en una sección dudosa, con cierta influencia del Djent, y retomaría un gancho del que no se despegaría hasta el final de la canción. Y aquí me empiezo a preguntar donde quedó la ambientación, la solemnidad con la que comenzaba el álbum.
Y Ten Billion Years hace brillar la estrella Autoteísta nuevamente, con una intro que desemboca en un tema lento, complicado y pesado, y que deja la sensación de que el tema anterior solo fue un traspié. Otro tema interesantísimo, con una orquestación que si bien suena de fondo, realza a la composición espectacularmente.
Bien, Hail Science, una intro que fácilmente podrían haber acoplado al tema siguiente, abre las puertas al tema más directo del disco, Hymn Of Sanity, que en un minuto con algunos samples machaca, sacude tu mundo debido a la contundencia, la fiereza y la fuerza que transmite.
Y llega el final. En In Solitude, nos encontramos con una banda muy melódica, que busca cerrar el disco de la forma más memorable posible, ayudada por un interesante fraseo de guitarra. Pero (nuevamente) llegamos al estribillo, donde todo se desvirtúa, porque en esa búsqueda del gancho pierden completamente el rumbo, en un intento innecesario de sonar “radio-friendly”, algo que le quita tacto, cosa que si tenían las voces limpias en el comienzo del álbum.

En conclusión, The Faceless busca nuevos rumbos para su sonido. Solo esperemos que logren balancear su sonido, porque corren el riesgo de desvirtuarse completamente en la búsqueda.
Un trabajo que no pudo mantenerse en el nivel con que comenzó. Esperemos que la evolución no termine aquí, y no queden en promesas.
Puntuación: 80/100